Después de que los soldados norteamericanos tomaran el control efectivo de la provincia iraquí de Al Anbar hace dos años arrebatándoselo a la eficiente insurgencia suní, este lunes las tropas estadounidenses devolvieron el control a las fuerzas de seguridad del país. Durante la ceremonia de entrega, las flores adornaron Ramadi, la capital de la provincia, que en los últimos años constituyó el centro de una de las zonas más conflictivas de Iraq. De hecho, de todos los soldados norteamericanos fallecidos desde el comienzo de la guerra de Iraq, más de un cuarto se produjo en Al Anbar.
La entrega de Al Anbar supone la primera devolución del control de una provincia suní y asciende a 11 el número de provincias que controla Iraq, del total de sus 18. Las tropas estadounidenses controlaban el territorio desde 2006, tras años de incesantes escaramuzas y atentados desde la invasión que daban poder real sobre el terreno a los insurgentes.
Esta devolución del control se produjo en una ceremonia de celebración en la que no faltó la decoración con banderas tribales de la sede del Gobierno en Ramadi y las flores en los vehículos policiales que desfilaron por la ciudad. Al acto asistieron, entre otros, el general John Kelly, comandante de las fuerzas de EEUU en Anbar, y el gobernador de Anbar, Mamun Sami Rasheed, que se fundieron en un abrazo al finalizar la firma del documento que transfiere el control de la ciudad a las autoridades iraquíes.
En ese momento, el comandante de las fuerzas estadounidenses explicó que sus tropas "serán menores en Anbar, aunque no será algo repentino. Se producirá de forma gradual". Asimismo, Majid al-Assafi, nuevo jefe de policía de Anbar, explicó que sus fuerzas "están preparadas para tomar la responsabilidad de la seguridad". "Están controlando la situación", indicó en referencia a sus equipos de seguridad.
Por su parte, el teniente coronel Chris Hughes, portavoz de los Marines de EEUU en el oeste de Iraq, señaló que la entrega fue principalmente ceremonial, puesto que en realidad las fuerzas iraquíes han estado trabajando en el territorio durante los últimos meses.
Por todo ello, Kelly celebró estar "en los últimos metros de esta terrible lucha", tras lo que se refirió a los asistentes a quien dijo que "sus vidas y las vidas de sus hijos dependen de la victoria". En la misma línea, Rasheed recordó su lucha contra Al Qaeda, por la que, aseguró, "pagamos caro por nuestras vidas". "Hay sangre derramada por toda esta gran tierra", resaltó.
La provincia de Al Anbar es uno de los lugares más conflictivos del país, de forma que, de todos los soldados norteamericanos que han fallecido en Iraq desde el comienzo de la guerra en 2003, más de un cuarto fueron en Anbar.
Hasta ahora, las fuerzas estadounidenses contaban con 28.000 soldados en Anbar, mientras que, en febrero el número de efectivos en la zona fueron 37.000, mientras que el número de fuerzas iraquíes descendió de 37.000 a 5.000 hace tres años.
A pesar de su poca riqueza petrolera, Anbar tiene gran importancia estratégica por sus fronteras con Siria, Arabia Saudí y Jordania y fue un refugio para los islámicos suní de Al Qaeda, así como escenario de feroces batallas contra las fuerzas estadounidenses y el Gobierno chií de Iraq. Entre ellas, fue especialmente cruentas la de marzo de 2004 en Falujah, donde pudieron verse cadáveres quemados arrastrados por las calles.
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