El régimen sirio prosiguió ayer su brutal operación represiva contra la ciudad rebelde de Hama, en la que murieron unas 140 personas el pasado fin de semana y se enfrentaba a una ola de indignación internacional, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía para estudiar la situación.

"Al alba se escucharon tiros nutridos en el barrio de Hamidiyé de Hama. Dos personas murieron durante las operaciones de las fuerzas de seguridad en ese barrio", afirmó Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según el OSDH, las fuerzas de seguridad mataron el pasado domingo a 139 personas, la gran mayoría en Hama.

Por su parte, la televisión pública siria, citando al Ministerio del Interior, indicó que "ocho policías murieron en enfrentamientos el domingo en Hama con grupos terroristas armados que abrieron fuego indiscriminadamente en la ciudad para aterrorizar a los habitantes". "Todas las informaciones que dan cuenta de la entrada de tanques en la ciudad no tienen fundamento". "Divisiones del Ejército fueron atacadas por grupos terroristas armados en Hama, cuando los soldados intentaban abrir la ruta internacional que une esa ciudad con otras regiones", añadió.

El poder intenta desde hace varias semanas someter a esa ciudad rebelde situada a 210 kilómetros al norte de Damasco, donde se han llevado a cabo varias manifestaciones contra el régimen del presidente Bashar al Asad. El pasado viernes, una manifestación reunió más de 500.000 personas, según Rahman.

Por su parte, el mandatario sirio felicitó al Ejército, motivo de orgullo, según él. "Saludo a cada soldado y lo felicito al cumplirse el 66º aniversario de la creación de la Fuerza Armada Árabe Siria que defiende sus derechos frente a los planes agresivos que atentan contra nuestro presidente y nuestro futuro".

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que actúe sin tardanza para poner fin a la violencia en Siria.