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El Gobierno de Macron avisa de la "responsabilidad penal" ante los actos vandálicos de menores

Disturbios la madrugada de este viernes en Nanterre.

Disturbios la madrugada de este viernes en Nanterre. / Gerard Cambon (EP)

El ministro de Justicia de Francia, Éric Dupond-Moretti, advirtió este viernes, en relación a los disturbios que atraviesa el país, de que los padres que no ejerzan su autoridad y no impidan a sus hijos participar en actos vandálicos tendrán "una responsabilidad penal" que ya figura en la legislación gala.

"Cuando los padres no ejercen su autoridad parental y eso pone en entredicho la seguridad o la moralidad de los niños, los progenitores pueden incurrir en una pena de hasta dos años de cárcel y 30.000 euros de multa", avisó el ministro, en alusión a la gran cantidad de menores vistos en las protestas violentas tras la muerte el pasado martes del adolescente Nahel por el tiro de un policía.

La declaración de Dupond-Moretti, que va en línea con lo adelantado horas antes por el presidente francés, Emmanuel Macron, se dio con Francia en vías de blindarse para esta noche, después de que la última se saldase con al menos 250 agentes heridos, 875 arrestos -un tercio menores-; 492 edificios públicos atacados y 2.000 vehículos incendiados.

"Encontramos a jóvenes de entre 12, 13 y 18 años. El presidente ya lo ha dicho, no es el Estado sino los padres los que crían a los hijos", abundó el ministro de Justicia, que ha publicado una circular a los fiscales para avisarles de que tienen que actuar "con firmeza" ante los tumultos.

Dupond-Moretti también solicitó a los fiscales que demanden a los operadores de las redes sociales su colaboración para desvelar la identidad de los menores que se organizan para cometer actos vandálicos o se vanaglorian de la quema de mobiliario urbano, de coches o de edificios públicos.

"No se pueden refugiar en sus teléfonos para no ser perseguidos", advirtió.

Asimismo, el ministro exigió a las fiscalías "medidas severas, sobre todo contra los que atentan contra la integridad física de los policías, contra el personal judicial o penitenciario".

"He pedido que en caso de condena, a los mayores de edad, se les prohíba aparecer en los lugares donde han actuado. Para los menores, se les impondrá la imposibilidad de salir por la noche", agregó.

Estos disturbios han provocado, además, una oleada de cancelaciones de conciertos y de reservas de hotel, mientras el Gobierno ha recortado ciertos servicios de transporte público.

En una reunión extraordinaria, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, decidió extender este viernes a todo el país la restricción de circulación de autobuses y tranvías, que no podrán funcionar a partir de las 21.00 horas (19.00 GMT) hasta la mañana siguiente, hasta nueva orden.

También se ha prohibido temporalmente la venta de morteros para el lanzamiento de fuegos artificiales, bidones de gasolina, ácidos y otros productos inflamables y químicos.

El fallecimiento de Nahel, quien será enterrado el sábado en Nanterre -donde residía y donde falleció-, ha conmocionado a buena parte del país y ha suscitado la enérgica condena de la izquierda y de movimientos sociales por considerarlo un acto de racismo (Nahel era de ascendencia argelina).

El Gobierno de Macron, que también condenó la muerte, quiere evitar a toda costa que se repitan los actos vandálicos que dieron la vuelta al mundo a finales de 2005, cuando una oleada de violencia estalló después de que dos adolescentes que huían de la Policía perdiesen la vida electrocutados en la periferia parisina.

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