Grecia ha vivido la primera noche de tranquilidad tras seis jornadas de disturbios en las calles, que han dejado millones de euros en daños a los comerciantes durante las protestas por la muerte de un adolescente a manos de un policía el pasado sábado.

La fuerte lluvia que ha caído en todo el país durante la noche ha contribuido a que la situación fuera tranquila en todas las ciudades.

Los medios locales informaron esta mañana de que las autoridades se mantienen en alerta a la espera de las reacciones que podría causar el informe balístico que será conocido hoy y que podría dar la respuesta a si el agente disparó contra el joven o si -como sostiene- la muerte se produjo por el rebote de un bala.

Para esta tarde están convocadas nuevas manifestaciones de protesta en el centro de Atenas.

Ayer, cientos de estudiantes y escolares se echaron a las calles en una nueva jornada de protesta que aúna el descontento con la política del Gobierno conservador con la indignación por la muerte del joven Alexis Grigoropulos, de 15 años.

Varias comisarias fueron atacadas y hubo también incidentes durante una marcha estudiantil, en la que un grupo de radicales lanzó objetos contundentes contra las fuerzas antidisturbios.

Más de cien escuelas se encuentran ocupadas en el país por los alumnos.