El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció hoy que la ayuda francesa a Afganistán se multiplicará por más de dos, al abrir la conferencia internacional de apoyo a la reconstrucción y desarrollo del país asiático.

"La reconstrucción está en marcha, no es el momento de relajar nuestros esfuerzos", afirmó Sarkozy al instar a las más de 80 delegaciones de países y organizaciones internacionales presentes en la reunión a mantener su movilización para que el pueblo afgano "vuelva a ser dueño de su destino y su futuro".

El presidente francés aseguró que el éxito en Afganistán será "el del mundo libre" e hizo un llamamiento a no abandonar a un país que ha sufrido "dos décadas de tragedia".

Según fuentes del Elíseo, el aumento de la ayuda anunciado por Sarkozy elevará la ayuda gala al desarrollo del país a 107 millones de euros en 2008-2010.

"No somos colonizadores, no somos misioneros, queremos trabajar con el Gobierno afgano con respeto y obtener resultados", dijo el jefe del Estado francés, que aseguró que la conferencia de París no debe sólo limitarse a recaudar fondos sino a comprometer a la comunidad internacional con la reconstrucción del país.

"Deseo que esta conferencia sea ante todo la ocasión de una reflexión sobre nuestra estrategia de éxito", afirmó Sarkozy acompañado por su colega afgano, Hamid Karzai, y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la inauguración de la cita de París.

El presidente reclamó una mayor coordinación internacional "para que las sumas considerables que se gastan sean utilizadas de la mejor forma y que los objetivos militares no sean disociados de los civiles".

En este sentido, mostró su apoyo al representante de la ONU para Afganistán, Kaï Eïde.

También pidió que se trabaje en coordinación con las autoridades afganas, como reclama la "Estrategia nacional de desarrollo" presentada por el presidente Karzai.

El presidente señaló que Francia mantendrá la ayuda a Afganistán "tanto tiempo como sea necesario" y reiteró que habrá una "aportación suplementaria" francesa a la formación del Ejército afgano y a la estabilización del país.

Pese a que reconoció "dificultades, frenos y torpezas", destacó los progresos que se han tenido en el país desde 2001 y señaló que "el pueblo afgano ha levantado la cabeza".

"La participación masiva de electores en los escrutinios organizados desde 2002 muestra que los afganos han elegido la libertad", aseguró.

Entre los obstáculos a los que se enfrenta la reconstrucción del país, Sarkozy destacó "la acción violenta de grupos armados, a menudo apoyados y alimentados de armas del exterior" a los que envió un mensaje de firmeza: "No os dejaremos acabar con los avances logrados en los últimos años. No dejaremos que las escuelas que hemos ayudado a construir sean quemadas".

Pero también les abrió una puerta "al diálogo y la reconciliación" para que "encuentren un lugar en el nuevo Afganistán".

"En cuanto a Pakistán, le corresponde hacer todo lo posible para que los partidarios de la acción violenta no encuentren impunemente en su suelo un refugio que les permita minar nuestros esfuerzos en Afganistán", aseguró.

El segundo obstáculo es, según Sarkozy, "la cultura del tráfico de droga", que "alimenta la guerra, la corrupción".