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Las revueltas de Londres se extienden a otras ciudades

  • Ya hay 334 detenidos en las peores revueltas vividas en la capital inglesa en 25 años. El primer ministro y la ministra del Interior han vuelto de sus vacaciones para hacer frente a la crisis.

Los disturbios estallados en Londres continúan y se extendien a las ciudades inglesas de Birmingham (centro), Liverpool (noroeste) y Bristol (suroeste).

El Gobierno británico salió al paso de las críticas por su respuesta a la propagación de los disturbios en Londres, que han causado ya 334 detenidos, la mayoría por pillaje y violencia callejera. La grave ola de violencia callejera se ha extendido en su tercer día al conflictivo barrio londinense de Hackney, una de las zonas con mayor tasa de criminalidad del Reino Unido.

La ministra británica de Interior, Theresa May, ha regresado de sus vacaciones para hacer frente a la crisis. El alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, también va a interrumpir su descanso estival para volver este martes a la capital británica ante la gravedad de la situación, ha dicho su portavoz. Asimismo, el primer ministro David Cameron, que estaba de vacaciones en Italia, decidió suspenderlas y celebrarar una reunión con los servicios de emergencia. Se entrevistará además con la ministra de Interior y el jefe de la policía, según anunció su gabinete.

En rueda de prensa tras reunirse con los mandos policiales, Theresa May ha achacado a "delincuentes" la ola de violencia, con pillajes, destrozos de propiedad y ataques a la policía. "Es pura delincuencia", dijo la ministra, que se mostró muy firme al señalar que los responsables de los disturbios serán llevados ante la Justicia y castigados con toda la fuerza de la ley. De momento han sido detenidas 334 personas en los últimos tres días, de las cuales 15 han sido acusadas formalmente, si bien May prometió que "habrá más arrestos" una vez se analice el contenido de las cámaras de seguridad instaladas en las calles de Londres.

"No hay ninguna excusa para la violencia", apuntó en varias ocasiones la ministra de Interior, a la vez que aplaudió la actuación de la policía y la valentía de los agentes para hacer frente a los alborotadores. Las imágenes aéreas de la calle Mare, una de las arterias principales de ese barrio, mostraban cómo los manifestantes utilizaban palos para romper escaparates de tiendas y las ventanas de algunos autobuses, además de lanzar objetos contra los antidisturbios.

Los disturbios de la madrugada del domingo en el barrio de Tottenham, los más graves vividos en Londres en 25 años, fueron seguidos en la madrugada de este lunes por nuevos saqueos y destrozos en otras zonas de la capital, donde la policía incrementará su presencia esta noche para evitar más brotes de violencia. La policía, blanco principal de los ataques, acusa a "delincuentes" de estar detrás de estos disturbios que, avivados por las redes sociales y su difusión en los medios, se han expandido en las últimas horas desde el norte a áreas del este y sur de Londres como Brixton, un barrio deprimido de mayoría afrocaribeña.

Los últimos tres días se han quemado vehículos y edificios en Londres, se han saqueado tiendas de ropa y electrónica y se han destruido casas y comercios, en una ola de violencia protagonizada generalmente por adolescentes. Las autoridades británicas han sido criticadas por seguir de vacaciones pese a que la violencia callejera se está propagando por varias zonas de Londres desde que, hacia la medianoche del sábado, comenzó una batalla campal en el barrio de Tottenham.

El viceprimer ministro, Nick Clegg, responsable del Ejecutivo ante la ausencia del premier David Cameron, aseguró que el Ejecutivo trabaja "de forma efectiva como un equipo". "Estamos en constante contacto entre nosotros y trabajando esta semana, como hacemos cada semana del año", aseguró en declaraciones a la cadena Sky News Nick Clegg, que dijo que lo que está ocurriendo son "robos" camuflados de protestas. Un portavoz del primer ministro británico aseguró que los responsables de la violencia responderán ante la justicia por su comportamiento delictivo, mientras el barrio de Tottenham (norte de Londres) evalúa la reconstrucción tras unos disturbios que han causado daños por unos 115 millones de euros.

El blanco principal de los ataques es la policía, cuya actuación en la muerte a tiros en Tottenham de un joven negro de 29 años, Mark Duggan, el pasado jueves, no ha sido aún esclarecida. Su fallecimiento dio lugar el sábado a una protesta en Tottenham que derivó la madrugada del domingo en una violencia callejera no vista en Londres desde 1986, con un autobús de dos pisos quemándose, edificios ardiendo y barricadas en las calles. Los primeros exámenes practicados a una bala disparada en ese incidente apuntan a que pertenecía a un policía y no a Duggan, de quien en un principio se dijo que portaba armas y murió en un intercambio de disparos.

Scotland Yard culpó a redes sociales como Twitter de "avivar" los incidentes al propagar rumores sobre supuestas provocaciones de los agentes en las protestas mientras en algunos barrios se constata una animosidad histórica contra la policía. En declaraciones a la emisora británica BBC Radio 4, el subinspector Steve Kavanagh afirmó hoy que "los medios sociales y otros métodos han sido empleados para organizar estos niveles de criminalidad".

En el barrio de Brixton, donde un grupo de jóvenes prendieron fuego a una tienda y saquearon locales esta madrugada, gran parte de su zona central estaba acordonada y la policía aconsejaba a los comerciantes que no abriesen hoy sus tiendas. Un residente que solo quiso identificarse como Leroy aseguró que la muerte de Mark Duggan ha sido el detonante, pero las responsabilidades recaen en los políticos locales y los problemas se remontan a tiempo atrás.

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