Murillo y Sorolla protagonizan la subasta de Cajasol
El 17 de noviembre sale a puja por 360.000 euros un bello ejemplo del maestro sevillano y un inédito del pintor valenciano
Entre la clientela sevillana de la segunda mitad del siglo XVII, la iconografía del Niño Jesús dormido gozó de enorme popularidad. Estas pinturas, realizadas por diferentes artistas de la época, pasaron a ocupar un lugar destacado en los domicilios particulares en los que esta estampa suscitaba una profunda devoción. Como en tantos otros temas religiosos (cordero místico, Inmaculada, Adoración de los pastores, etcétera), fue Bartolomé Esteban Murillo (Sevilla, 1617-1683) el autor de algunos de los más bellos ejemplos de esta iconografía, como la representada en una serie que pintó en torno a 1660 y de la que se conservan tres ejemplos: uno que se exhibe en el Museo del Prado, otro perteneciente a la Colección del Duque de Osuna y otro que, históricamente, perteneció a la colección de Morales Gutiérrez de Sevilla. Es esta última obra, acreditada por Diego Angulo en su famoso tratado sobre Murillo y restaurada en el año 2000, la pieza estrella del catálogo que Arte, Información y Gestión (AIG) saca a subasta el próximo 17 de noviembre por un valor de 360.000 euros.
Con la salida a puja de este hermoso ejemplo de la expresividad que el pintor supo dar a las figuras infantiles -como destaca Enrique Valdivieso en la ficha técnica del cuadro- la casa de subastas de la corporación empresarial de Cajasol revalida su predilección por los maestros del Barroco sevillano que tan bien han funcionado en las últimas subastas, caso de Murillo, con el San José con el Niño (subasta otoño de 2009) o Franscisco de Zurbarán con Beato Tomás de Zumárraga (primavera, 2010).
La pieza del sevillano rivaliza en belleza, e importancia, en uno de los mejores catálogos que se recuerdan de las últimas convocatorias de AIG. No en vano en esta cita, la casa sevillana vuelve a contar con una obra de Joaquín Sorolla hasta ahora inédita, Joven bailando, que ha permanecido en la misma colección desde los años 30 del pasado siglo y que aquí sale a puja por 250.000 euros. Con una pincelada vibrante el artista representa la amable imagen de un momento robado a una danzarina ocasional, reflejando el movimiento con gran expresividad y viveza, como se indica en el catalogo cuyos responsables agradecen la autentificación de la pieza a Blanca Pons Sorolla.
Además, entre los lotes de pintura religiosa destaca La Virgen con el Niño y Santa Ana, obra de Antiveduto Grammatica (precio de salida 45.000 euros), un artista del círculo de Caravaggio que seguro suscitará el interés de coleccionistas europeos, uno de los mercados a los que se está abriendo AIG.
Como es habitual, en los días previos a la subasta una exposición en el Centro Cultural de la calle Laraña permitirá al público y a los posibles inversores admirar los lotes, entre los que no escasean obras de cotizados artistas contemporáneos como Carmen Laffon, Pérez Villalta, Máximo Moreno o Joaquín Sáenz, así como representantes de la pintura del XIX y principios del XX como Gonzalo Bilbao, Rico Cejudo y Bacarisas, entre otros. Además, los grabados, litografías y apuntes de diferente calado permitirán iniciarse en el coleccionismo a los bolsillos más modestos.
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