El Maestranza indaga en los misterios de la belleza y la fe con 'Tosca'
Ópera
El director Rafael R. Villalobos resalta la dimensión "política" de la ópera de Puccini en una versión que tiene a Pasolini como inspiración
La Tosca de Giacomo Puccini regresa al Maestranza entre el 8 y el 17 de este mes en la mirada del director de escena Rafael R. Villalobos, que hace hincapié en la dimensión "política" de la obra de teatro de Victorien Sardou en que se basa la ópera. "A veces", sostiene Villalobos, "reducimos Tosca a un triángulo amoroso, a un melodrama romántico, y nos olvidamos del contexto", dice el sevillano sobre el momento en el que se desarrolla la trama, cuando los ideales de la república que ha traído Napoleón a Italia se enfrentan a los defensores de la monarquía. La figura del pintor Cavaradossi, uno de los protagonistas, un personaje "incómodo para el poder", brinda al equipo de esta coproducción del Maestranza con la Monnaie de Bruselas, la Ópera de Montpellier y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona la oportunidad de reivindicar "la libertad de los creadores" e invitar "a los artistas a posicionarse", cuentan sus responsables sobre un montaje, calificado como "elegante" y sobre el que gravita el espíritu de Pasolini, que plantea a los espectadores otras preguntas como "qué significa creer" o "qué es la belleza".
Tosca, el "proyecto cumbre" de esta temporada, como la definió el director general del Maestranza Javier Menéndez, supone el "regreso a casa" de Villalobos, que recordó que ahora se cumplen los 25 años de una función de otro título de Puccini, Turandot, que vio de niño y por el que se fijó entonces el insólito propósito infantil de consagrarse de adulto a la ópera. Cumplido su sueño y convertido en uno de los profesionales de la escena más solicitados -en 2024 estrenará en el Palau de les Arts de Valencia Un baile en maschera, de Verdi, coproducción con la Staatsoper de Berlín-, Villalobos se inspira en Pasolini y la "dolorosa belleza" de Saló o los 120 días de Sodoma para una revisión que suscitó polémica en "alguna, no en todas" función del Liceu. "Contamos la trama de pe a pa, y se hace la partitura sin cortes, y puede que sea la producción más clásica que he hecho. No hay nada caprichoso", aclara, antes de reflexionar sobre la tensión entre el mero entretenimiento, algo que en la ficción encarnaría el personaje de la cantante Floria Tosca, y el arte comprometido, que representa Cavaradossi. "Nadie se explica muy bien qué es lo que puede molestar de nuestro trabajo, y hemos llegado a la conclusión de que hay una parte del público que tiene la ópera como evasión, algo muy legítimo, y no quiere que le hagamos reflexionar, que le planteemos preguntas. No todas las producciones pueden ser mero entretenimiento, tiene que haber algo más, sobre todo cuando hablamos de óperas apoyadas por instituciones públicas", opina el director de escena.
De su protagonista, Villalobos apuntó el desdoblamiento entre "la diva de la escena temperamental" y la "mujer insegura, vulnerable. Se dice que es celosa pero yo veo en ella, en realidad, el miedo al abandono. Con ella hemos trabajado en eso", dice sobre un personaje que atraviesa un arco dramático complejo que va de "la comedia al drama y la tragedia", y para la que se han fijado en iconos como Gina Lollobrigida, Sara Montiel y Gloria Swanson, "que ahora pueden verse como decadentes pero que nos han hecho muy felices".
El "artefacto, más que un espacio escénico" creado por Emanuele Sinisi y las pinturas de Santiago Ydáñez, "uno de los mejores artistas de este país", entre otros elementos, contribuyen a la reflexión sobre la belleza "como canal de comunicación de aquello que nos atormenta", esa belleza en la que indagó Pasolini, al que Villalobos encuentra un paralelismo con Cavaradossi y al que también, como a Tosca, le preocupaba ese misterio de la fe. "A él lo llamaban ateo de izquierdas, pero él decía que era un descreído con nostalgia de la creencia. Le obsesionaba alguien como Pablo de Tarso, que al caerse del caballo encontró la fe".
El maestro Gianluca Marcianò debuta en el Maestranza con esta producción y se muestra feliz ante la energía y el entusiasmo de Villalobos. "Es fantástico cuando te encuentras con un director de escena que se sabe de verdad la partitura", valora, y explica que Puccini es un músico "en Technicolor. Ante él tienes que hacer una elección: o se hace todo lo que escribió, te enfrentas a todos los detalles, lo que es muy difícil, o escoges quedarte cerca, que es lo llevadero. Pero yo no soporto lo fácil", comenta el director, para quien el compositor era "un virtuoso creando atmósferas, con las campanas de Roma o en la poesía que se genera antes del aria Vissi d'arte" y en el uso de los leitmotivs, "que en Wagner se vinculan a los personajes y aquí van asociados a momentos", argumenta.
Tosca se representará en Sevilla con dos repartos en los que Yolanda Auyanet y Vanessa Goikoetxea se alternan el papel de Tosca, Vincenzo Costanzo y Mario Chang el personaje de Cavaradossi y Ángel Ódena y Darío Solari el de Scarpia. Auyanet se refirió a la controversia que había rodeado al montaje, pero aseguró que en los ensayos comprobó que "no era tanta la cosa como la pintaban. Es una versión preciosa y llena de detalles. Más de una vez se me han saltado las lágrimas estos días, porque todo aquí es humano y sentido", afirma la soprano. Goikoetxea suscribe estas impresiones: "Rafael lo tiene todo pensado y estudiado, todo tiene un porqué. Animo al público a que venga y se deje sorprender por esta puesta en escena magnética".
Javier Menéndez no quiso ahondar en la tensión vivida semanas antes por la huelga de la ROSS, que finalmente estará en el foso en las representaciones de Tosca. "La orquesta se manifestó por unas reivindicaciones con todo su derecho, pero pocos días antes de iniciar los ensayos se desconvocó la huelga. No sé si es un punto de inflexión [para mejorar las relaciones entre la Sinfónica y el Maestranza] pero yo estoy feliz de tener a la ROSS".
Tras una iniciativa similar con la ópera Jenůfa de Leoš Janáček, el Teatro de la Maestranza programa este martes un preestreno de Tosca para los jóvenes que permitirá a los menores de 30 años acceder a la ópera y tener una experiencia "impactante" por el precio de 10 euros.
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