"Abróchense los cinturones porque empieza el 'show"

-El 15 de diciembre de 2012 en el Palacio de los Deportes de Madrid se bajaba usted del escenario para despedirse de su público por un tiempo. ¿Qué ha ocurrido desde entonces?

-Vaya noche aquella... Sentí de todo, descansé pero también me puse muy triste. Decidí descansar por un tiempo y siempre dije que volvería. Y aquí estoy. ¿Y sabes qué pasa? Que yo siempre he intentado dar un pasito más con cada disco, así que necesitaba un tiempo, unos años de tranquilidad para poder escribir, para poder expresarme, para poder tocar otros temas que no había tocado nunca. Pero los dos años sin pisar un escenario... Eso ha sido fuerte, ha sido muy pesado. Estar sin el contacto con el público ha sido duro. Así que ya tengo ganas de retomar. Pero es cierto que este retiro temporal me ha servido para coger energía, bueno, retiro a medias porque he estado también mucho ahí abajo, en el estudio.

-Y ahí ha parido este 'Hijo del Levante' que publica el martes, ¿cómo ha sido el proceso?

-Bonito. Bonito y también duro, claro. Sé que a mucha gente le llama la atención el título y con él he querido buscar la raíz gaditana, ese viento que nos azota aquí. Y nace, en parte, por Las playas de invierno, un disco que me dio muy buenas sensaciones. Quise volver a esa soledad de la arena pero esta vez sin tocar el mar.

-No sé si le gusta, le preocupa o le obsesiona la soledad...

-Me gusta y es que creo que me favorece. Es como al Selu, el chirigotero [risas], que le van tan bien los tipos de mujer, que se mete en ellos tan bien y los trata con tanto gusto, pues algo así me ocurre a mí con la soledad. Siempre me da mucho juego. A pesar de que tengo a mi familia creo que soy muy solitario. En mi disco anterior, en Espejos, hay un tema que se llama El raro, y ahí se habla mucho de mí. Esta soledad de la que hablo no es impuesta, creo que esa no me gustaría

-¿Qué provocó la decisión de volver?, ¿por qué en este momento y no antes o después?

-Me puse como meta dos años sin cantar y el tercero, aparecer. No es que me haya metido prisa para sacar algo porque, ante todo, yo quiero que El Barrio siga sonando a El Barrio. Y quería ir con los tiempos, sin anclarme en lo que ya he hecho pero manteniendo lo que es El Barrio. Y eso siempre está ahí, en este momento y en otro.

-Anunció su vuelta en Twitter, ¿qué sintió al comprobar la reacción del público?

-Pues sentí que se me había echado de menos en la música y eso me dio mucha alegría. Y la verdad, yo también había echado mucho de menos al escenario. Sentí que había un amor recíproco. Aunque he dicho antes que me gusta la soledad no impuesta, y es verdad, también me encanta esa energía que se siente sobre el escenario y, aunque parezca mentira, ¡los nervios! También tenía ganas de escucharme ya en la radio, de pasear por las calles de mi Cádiz y verme en la cartelería... Cuando saqué el primer tema y se puso ahí arriba en iTunes... ¡Buaff, qué contento!

-He vuelto fue el primer single y toda una dura declaración de intenciones, ¿a quién va dirigido los tirones de orejas?

-Ese tema fue muy divertido de hacer. No es que vaya dirigido a nadie en concreto... pero sí a todos esos que han difundido rumores sobre mí que todos hemos escuchado alguna vez, como que me había muerto, y creo que la canción ha callado la boca a tres o cuatro tontos. Fue divertido porque las frases iban saliendo seguidas, una tras otra, muy fluido.

-En ese tema, precisamente, dice usted que "aún en estos tiempos" no se sabe si hace "rock o flamenco", ¿se siente incomprendido?

-No, como canto ahí también, yo "hago la música que siento". Eso lo he comprobado yo en Madrid en los stands de las tiendas de discos cuando he visto trabajos míos al lado de discos de sevillanas y de cornetas y tambores. La gente no sabe en qué stand ponerme... Sin embargo, el público de Madrid, y hablo de los conciertos, siempre ha sabido entenderme muy bien, siempre hemos conectado especialmente y empiezo la gira allí porque parece que me da suerte. A esos señores de las tiendas de discos que no saben dónde ponerme les daría un consejo: que pusieran un rótulo que dijera "Simplemente, El Barrio" [risas].

-Pues ahora va a tener que contestar a esto: ¿a qué suena Hijo del Levante?, ¿qué tiene de diferente respecto a discos anteriores?

-A ver, indudablemente mi música tiene mucho retal andaluz, con muchos quejíos andaluces y con mi sello personal que he cultivado desde chico, el de El Barrio, que no se parece a nadie y tiene una identidad propia. De hecho, he buscado volver a mis orígenes, es un disco muy flamenco, tiene tres bulerías, tiene unos tangos y dos o tres temas con ese ritmo de fondo, pero también he introducido algunos sonidos diferentes a los de otros trabajos, como una canción que empieza con un silbido, o los pianos Hammond... He acumulado muchas voces por atrás pero hechas por mí, es el primer disco donde los coros me los hago yo. Y, bueno, es el disco más largo que he hecho, son 15 temas.

-¿Y la temática? Ha comentado que también hay novedades...

-Sí. Está el tema de los niños a través de los juguetes con ese Sr. Zapatones, de hecho he incluido en el disco un cuento ilustrado sobre este personaje. También en Memorias del alzheimer hablo de esa enfermedad con una canción inspirada en la película El diario de Noa; luego en Donde se esconde el miedo colabora conmigo Vicente Amigo, un lujo, y ese tema es una crítica del maltrato de género. Hay otro, Santa María, dedicado a mi barrio, muy inspirado en la playa de Los Corrales. Y otras canciones dedicadas al amor y al desamor, como Amada mía, que se la dedico a mi mujer, porque cuento cómo nos conocimos y lo pasó esa noche, o Adiós amor, de desamor, una carta que se le escribe al corazón con un arranque precioso.

-¿También tiene nuevo equipo de músicos?

-Sí, todos, nuevo toque y nueva visión. También es nueva la banda entera que me acompañará en los conciertos porque ya llevaba muchos años con la misma banda y empezaba a sonar todo igual. Y ahora quería hacer un nuevo plantel. Ya dirá el público, pero para mí, en cuanto se le dé un voto de confianza a los nuevos músicos, va a encontrar una riqueza que no había antes.

-Entonces, ¿ganas ya de gira?

-Muchísimas. Es que una cosa es poner sobre papel tus ideas y otra ponerlo en escena. La conexión con la gente es primordial, al menos para mí, que no soy no soy un artista plastificado y necesito el calor del público; que esté muy cerquita, muy presente, que yo con mi vista pueda alcanzar hasta la décima fila y ver si lo que estoy cantando se queda en el alma de quien me escucha. Y bueno, cuando te enteras que en Madrid, donde comenzará la gira el 16 de enero, ya hay vendidas 10.000 entradas y en Barcelona, para el 31 de enero, 7.000... En Sevilla [23 de enero] y Málaga [24 del mismo mes] ya hay también unas pocas vendidas... Imagínate... Estaremos en muchos puntos de España y, concretamente, de Andalucía ya tenemos Jerez [6 de febrero], El Ejido [27 de febrero], Granada [14 de marzo]...

-Sobre el disco: una ilusión y su mayor miedo...

-Lo que más miedo me da es un sueño que tengo a cada momento: no acordarme de las letras. Y lo que más me ilusiona es volver al escenario y que la gente cante conmigo, así que me vas a permitir que me dirija ahora al público y les diga: abróchense los cinturones porque empieza el show.