Cultura

Alfredo Viñas recuerda 10 años de presencia "coherente" en ARCO

  • La Fundación Málaga edita un libro que resume la década del galerista en la feria

En los años 80 España vivía una época de "euforia" social y cultural que dio lugar al nacimiento de la feria de arte contemporáneo ARCO. Las instituciones vieron en este escaparate una oportunidad de "conservar su patrimonio" e incluso seguir aumentándolo. Alfredo Viñas recordó ayer los inicios de esta iniciativa durante la presentación de una publicación que recorre sus diez años (2001-2011) de asistencia a Ifema con stand propio. "Este año hay nueva dirección y todos estamos remando en la misma dirección, arrimando el hombro para que sea un éxito", relató ayer el veterano galerista malagueño, única presencia local como expositor en la próxima feria madrileña tras la ausencia de JM, Gacma, Unicaja y Diputación, habituales en citas anteriores. Precisamente, el libro editado por la Fundación Málaga y coordinado por Fernando Huici quiere rendir homenaje a la "tarea heroica" emprendida por Viñas como galerista y en la última década como "referente del sur" en la feria madrileña. "Él ha traído lo más interesante del arte andaluz en los últimos años", reseñó Huici para referirse a nombres como Juan del Junco, Chema Lumbreras, Chema Cobo o Javier Calleja, entre otros.

"Nunca he estado solo en estos diez años. Siempre he estado acompañado por esos artistas. Mis agradecimientos van para ellos", expresó el galerista. De hecho, el libro 2001-2011. Alfredo Viñas en Arco -que estará en la Feria del Libro- se nutre de imágenes de algunas de las obras de los creadores que han arropado en estos díez años la presencia de Viñas en la feria. El promotor malagueño achaca la poca presencia de instituciones públicas en las últimas ediciones de ARCO a que "el mercado ya está muy construido. Las instituciones tienen colecciones importantes y no necesitan estímulo. Ahora jugarán otro papel, el de patrocinar conferencias, por ejemplo", argumenta.

Durante estos años la firma de Alfredo Viñas es sinónimo de un trayectoria "coherente" y un criterio estético que rehúye de "los cantos de sirena del lenguaje del arte".

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