Cómics

Amigas para siempre

  • Ediciones La Cúpula reedita 'Locas', el cómic de Jaime Hernández protagonizado por Maggie y Hopey.

Resulta reconfortante que en un mercado como el nuestro, en el que por desgracia, vender una primera edición (por muy corta que esta sea) es un auténtico triunfo, una editorial pueda sacar la tercera edición de una obra. Es éste el caso de Locas, primer volumen que reúne la génesis de esta larga, y aún viva, saga que ha hecho que muchos lectores de tebeos nos enamoremos perdidamente de sus protagonistas.

Pero hablando de génesis, habría que celebrar que la madre de Jaime Hernández, con su familia numerosa de inmigrantes mexicanos, tuviera tiempo para poder inculcarle a sus hijos, e hija, el amor por los cómics: las coloridas viñetas de los tebeos dibujados por el Gran Jack Kirby, el no menos genial Steve Ditko, revistas como Mad, donde el humor y la coña campaban con total libertad… (ojalá muchos padres de hoy en día hicieran lo mismo con sus hijos e hijas, pero esa es una discusión para otro foro, me temo).

Este hecho hizo que Jaime y sus hermanos se aficionaran a los tebeos y, cómo no, a dibujarlos. Pasó el tiempo, fueron creciendo, metiéndose cada vez más en el movimiento underground, escuchando aquella ruidosa y potente música punk rock que, a finales de los setenta, volvía locos a jóvenes como ellos. Y entonces llegó a sus manos un ejemplar de la revista Zap!, donde el ya por aquellos tiempos venerado Robert Crumb había demostrado, junto a un grupo de locos geniales, que el mundo de las viñetas no estaba solamente restringido a los tipos con mallas y capas o los tebeos como Archie. Se podían hacer otras cosas.

Y así es como en la cabeza, y manos, del joven Jaime se fue forjando una de las grandes sagas del cómic contemporáneo, una maravilla que ha hecho que sus protagonistas y secundarios formen parte de esa imaginaria familia que todos los lectores de tebeos tenemos. Nació, junto a sus hermanos Mario y Gilbert, el fanzine Love & Rockets, que debido a su calidad fue rápidamente incluido dentro de la oferta de la editorial independiente Fantagraphics. ¡Y es que vaya cómo dibujaban estos chicos…!

Pero creo que ya es hora de hacer las presentaciones, ¿no? Las principales protagonistas de este primer volumen de Locas son Maggie Chascarrillo y Hopey Glass, que viven juntas como algo más que amigas, dentro del microverso que supone la existencia en el barrio de Hoppers, donde abundan los descendientes de inmigrantes mexicanos. Maggie es mecánico de robots, una profesión altamente valorada en esos tiempos y justamente al principio de este grueso tomo comienza uno de los arcos argumentales más importantes y famosos de la saga, Mechanics, donde la chica empezará a trabajar para el equipo del atractivo Rand Race, formado por el quejica jefe Duke y el atolondrado Yax. Hope por su parte es una atolondrada muchacha, culo inquieto, que pasa los días tumbada en el sofá, intentando conseguir trabajos en los que dura bastante poco, mientras espera que su amiga regrese y le cuente sus mil y una peripecias.

En estas primeras historias, de diferente duración (algunas de una sola página) conoceremos al rico plantel de secundarios que acompaña a las muchachas: Penny Century, una atractiva chica, cuyo único objetivo en la vida es tener poderes y convertirse así en una superheroína y, para conseguirlo, comienza una relación con el millonario H.R. Costigan (que llama bastante la atención por llevar un par de cuernos en la cabeza…)

Continuamos con Rena Titañón, que tiene una deuda impagada hace mucho con Vicki Glory, también luchadora y tía de Maggie. A ambas las iremos conociendo a lo largo de estas páginas.

Y no podía faltar Izzy, la mejor amiga y confidente de la pareja formada por Maggie y Hopey. Es una chica que, por hechos que no voy a desvelar aquí, se ha convertido en un ser introvertido, que viste desmañadamente y vive una existencia en las sombras, sólo interrumpida por la presencia de estas dos locas de atar y, de vez en cuando, por Speedy, su hermano pequeño.

A lo largo de estas casi trescientas páginas vamos a ser testigos de cómo la relación del equipo de mecánicos se afianza (tal vez demasiado entre Maggie y Rand…) y son contratados para viajar al país de Zhato, donde deberán recuperar una mítica nave llamada Saturn Stilleto y su misterioso cargamento. Pero las cosas no serán tan fáciles como parece en un principio… (estas vivencias serán narradas en forma de carta de Maggie hacia su mejor amiga). El tiempo pasa y conoceremos al superhéroe Ultimax, y cómo Maggie termina convirtiéndose en su sidekick durante una época para luchar contra la amenaza de Manniak (con este nombre no hace falta explicar mucho más, ¿no?). Viajaremos a Río Frío en otra peripecia del grupo, donde  otro adinerado tipo, el doctor Beaky los contrata para arreglar sus robots, mientras una revolución amenaza a la isla de Chepan.

Y así, poco a poco, viñeta a viñeta, historia a historia, aprenderemos a amar a este dúo tan alocado, y a todos los personajes que lo rodean, en un viaje emocional donde la comedia y el drama están repartidos en su justa medida.

¡Volverse un poco loco de vez en cuando no es malo!

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