Anni B Sweet: la luz con matices

La joven malagueña, una de las nuevas estrellas del panorama musical nacional, lanza 'Chasing illusions' su disco más luminoso, que presentará el 25 de abril en el Muelle Uno

Anni B Sweet: la luz con matices
Anni B Sweet: la luz con matices

Las canciones de Anni B. Sweet son totalmente permeables a su estado vital y los cambios que ha vivido en esta última etapa tenían que reflejarse por fuerza en su último trabajo, Chasing illusions. Hace dos años que la artista malagueña dejó su Madrid adoptivo para trasladarse a Granada por amor. Si a la capital se marchó para estudiar Arquitectura hasta que la música se cruzó en su camino, a Granada se mudó porque Noni, líder de Lori Meyers, se cruzó de nuevo en su trayectoria vital dándole un nuevo cambio tanto a su lugar de residencia como y por consiguiente a sus creaciones.

El resultado de todo ello es Chasing illusions, un disco en general mucho más luminoso. "Se ha escrito mucho que las canciones tienen mas luz, pero es verdad", cuenta Sweet, para quien la mudanza ha influido en el tono. "No sé de qué manera, pero creo que sí lo ha hecho. Fue un cambio superfresco". La malagueña cuenta que ahora tienen una vida mucho más relajada. "Vivimos en la Zubia y desde que vine aquí salgo poco. Después de dos discos en Madrid, necesitaba un cambio así".

Eso, claro, se refleja en sus creaciones, pero como "todo lo que te rodea". "Todo tu entorno, todos los sucesos que te pasan influyen", cuenta esta joven para quien la inspiración surge en cualquier parte "en una conversación, un viaje, un paisaje o un sueño...".

Aunque el éxito le llegó muy fácil -el Festival Internacional de Benicassim (FIB) ya la había contratado antes de publicar su primer disco en 2009 y aunque en MacDonalds ese mismo año escogió una canción suya para un anuncio de televisión-, la joven no quiere olvidar que incluso el brillo tiene un lado oscuro. "Se puede convivir con luz y oscuridad", explica la cantante a propósito del sentido de Onyx stars, una de las canciones más importantes de este tercer álbum de estudio, publicado recientemente por su sello habitual, Subterfuge Records, con el se siente muy cómoda y con el que ha trabajado en sus tres discos hasta la fecha. "De momento estoy muy contenta trabajando con ellos porque en el terreno artístico nunca he tenido ningún problema y respetan mi libertad, que para mi es muy importante".

También se siente muy satisfecha de las colaboraciones de las que ha surgido este último disco. A su lado ha estado Noni, cuyo gusto musical retro se percibe en la producción, igual que el de Javier Doria. Los tres juntos han compuesto un catálogo de canciones que suenan a soul de los sesenta, la new wave de los 80 y la pegada rock de los setenta. "Este disco es diferente a los anteriores por la producción, es un poco más pop. Las melodías son muy años 60. Noni controla muy bien esa etapa y Doria los 70", cuenta la intérprete, que está "muy contenta" con el resultado. "Al margen de la relación personal, me han escuchado y al ser joven y además chica eso es algo que a veces no ocurre lo suficiente, aunque yo siempre he tenido mucha suerte porque he trabajado con amigos. ¡Imagínate trabajar con gente que en un disco tuyo quiere que tires por otro lado", comenta la cantautora, toda amabilidad y sencillez a pesar de que el éxito le llegó a muy corta edad.

El contraste emocional con el previo Oh, monster (2012) es evidente desde la misma portada, que retoma el mismo concepto, un retrato de la artista, llamada realmente Ana López (Málaga, 1988), pero en tonos claros mucho más celestiales. "No sé si se puede decir que haya pasado de los monstruos a los ángeles. Me parece más bien que hay una mezcla, porque no hay felicidad en sí, hay matices y colores".

Por lo pronto el éxito le sigue sonriendo sin muchos matices. Hoy mismo presentará este trabajo en Madrid en un concierto en el Círculo de Bellas Artes para el que se han agotado las entradas. Y el 25 de abril hará lo propio en el Muelle Uno, dentro del nuevo FM Festival, con entrada libre.

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