Cultura

Antonio Gala anuncia que padece un cáncer de "difícil extirpación"

  • "Trataré, con todo, de defraudar a la muerte una vez más: la última", señala el autor en su columna del diario 'El Mundo'

El escritor Antonio Gala reconoció ayer públicamente que padece "un cáncer de difícil extirpación", y que está sometido a un tratamiento de quimioterapia y radioterapia. En su columna en el diario El Mundo, La tronera, el escritor señaló que la evolución de su enfermedad le impide someterse a una intervención quirúrgica, que "hubiera preferido". El autor de novelas como Manuscrito Carmesí y La pasión turca consideró: "todo parece interminable, monótono, invasivo... Menos la vida: no tenía edad ya de nuevas experiencias. Las nuevas experiencias me llegan tarde. Trataré con todo de defraudar a la muerte una vez más: la última", dijo en alusión a los anteriores salvamentos quirúrgicos a los que fue sometido. La enfermedad "es un camino incómodo, que lleva o no a la muerte con o sin rapidez", apuntó Gala y aseguró que está en buenas manos, lo suficiente como para no querer pasar a las mejores.

Gala, en su declaración, en la que no precisa el tipo de cáncer que padece, afirmó estar inmerso en "un largo puteo", como definió a su doble tratamiento de quimioterapia y radioterapia, en el que siente que su cuerpo es "el campo de batalla de una guerra". Poeta, dramaturgo, novelista, ensayista y articulista, cuya imagen está unida a su inseparable bastón, nació el 2 de octubre de 1936 en Brazatortas (Ciudad Real), pero siempre ha considerado su patria "chica" Córdoba, que lo acogió de niño y, con el tiempo, tuvo gran influencia en su obra. Entre los libros de ensayo más emblemáticos del autor figuran Charlas con Troylo, En propia mano, Cuaderno de la dama de Otoño, La soledad sonora y Dedicado a Tobías.

El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Paulino Plata, dijo que "está preocupado" por Antonio Gala, a quien deseó "lo mejor". En declaraciones a los medios tras la firma en Sevilla de un convenio con la Fundación Sánchez Ruipérez para el fomento de la lectura en Andalucía, el consejero afirmó que hay que acompañar al escritor con amistad y cariño y que espero que la ciencia tenga respuesta para toda esta situación".

Con Los verdes campos del edén, Premio Nacional Teatro Calderón de la Barca, Antonio Gala inició su fructífera carrera dramática que prosiguió con Los buenos días perdidos, por la que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1992. También destacan en su producción dramática Anillos para una dama (1973), ¿Por qué corres Ulises? (1975), Petra Regalada (1980), Samarkanda (1985), Carmen, Carmen (1988) y La truhana (1992). Publicó su primera novela en 1990, El manuscrito carmesí, que obtuvo el Premio Planeta, y a la que siguieron, entre otras, Más allá del jardín, Las afueras de Dios, El pedestal de las estatuas.

En su producción lírica además de Enemigo íntimo, destacan El águila bicéfala: textos de amor (1994), Poemas de amor (1997) y El poema de Tobías desangelado(2005), al que el propio autor considera su "testamento literario". Entre sus últimas publicaciones figura Los papeles de agua (2008), definida por él mismo como una mezcla de ensayo y novela. Antonio Gala es también un prolífico autor de artículos, en los que a menudo se muestra crítico y activo en asuntos políticos y sociales. En este ámbito destaca Mis charlas con Troylo (1981), editado a la muerte de su perro y por el que recibió el Premio César González Ruano de Periodismo.

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