Antonio Soler da cuenta de su creación literaria en 'Obra inédita'

El escritor malagueño participa hoy en el ciclo organizado por el Centro Andaluz de las Letras con un encuentro en el Instituto de Estudios Portuarios

Antonio Soler, un caminante más en la Málaga que le inspira.
Antonio Soler, un caminante más en la Málaga que le inspira.
Pablo Bujalance / Málaga

16 de noviembre 2009 - 05:00

No son muchas las ocasiones que tienen los lectores malagueños de Antonio Soler de encontrarse con su paisano. Por eso, la participación del autor de El camino de los ingleses en el ciclo organizado por el Centro Andaluz de las Letras Obra inédita, que se celebrará hoy a las 20:00 en el Instituto de Estudios Portuarios, reviste cierta categoría de oportunidad especial. Soler compartirá con los presentes sus claves más íntimas respecto a la creación literaria, sus procedimientos, sus descensos a la mina, sus experiencias conforme a la soledad que comparte todo escritor. En el caso de Soler, cuyas obras presentan laberínticas conexiones con la realidad, con la inspiración vertida en personajes en los que rinde homenaje a sus amigos y paisajes que se le grabaron como fuego en la memoria de su infancia y su adolescencia, conocer de primera mano estos secretos significa entrar de lleno en una de las voces más singulares y significativas que ha conocido la literatura española en el último medio siglo.

Soler se presenta hoy en Málaga, en su Málaga, en un momento de consolidación que mira mucho más allá de las fronteras naturales de su idioma. Su última novela, El sueño del caimán (publicada por Destino en 2006), ha sido un verdadero éxito en Francia, donde fue incluida entre los finalistas al Premio al Mejor Libro Extranjero publicado en el país vecino. Este reconocimiento en la patria de su adorado Albert Camus (influencia decisiva especialmente en sus primeras obras, como el relato La noche y la novela Los héroes de la frontera) significa un nuevo peldaño en la proyección de un escritor que ya ha visto su obra traducida, además del francés, al alemán, al griego, al italiano, al portugués, al rumano, al lituano, al croata e incluso al coreano. Soler es la encarnación del escritor europeo del siglo XXI, del novelista que mira a Proust y a Dostoievski, pero también, y mucho, a Faulkner, a Onetti. Y también a Joyce, aunque él mismo se considere poco joyciano (más cerca, de cualquier forma, de Dublineses que de Finnegans wake): de hecho, forma parte junto a Enrique Vila-Matas, Malcolm Otero, Eduardo Lago, Jordi Soler y José Antonio Garriga Vela de la Orden del Finnegans, cuyos miembros juran veneración perpetua al Ulises y visitar Dublín cada 16 de julio, con ocasión de Bloomsday. Todo un ritual, casi dionisíaco, de amistad y literatura.

La adaptación cinematográfica a cargo de Antonio Banderas de El camino de los ingleses, con la que ganó el Premio Nadal en 2004, significó la aproximación de Soler a las verdaderas tripas del mundo del cine. El autor consignó la escritura del guión a su oficio y, lo que en otros habría significado la chispa definitiva para la hoguera de las vanidades, en Soler no modificó un ápice de su compromiso con el hombre y con la literatura. Mientras sus lectores aguardan la aparición de una nueva novela, Soler se dispone hoy a descifrar las luces y sombras que parieron Las bailarinas muertas, El espiritista melancólico, El nombre que ahora digo. Una vida que recuerda, sabe y escribe.

stats