Cultura

Aprender el arte más humano

  • El próximo lunes abre sus puertas en la calle Bailén Artístika, una nueva escuela que engloba danza, teatro, cine, canto, yoga y yoga aéreo

David Mena, Miguel Ángel Almanza, Lorena Roncero y Cristina Jiménez, profesores de Artístika, ayer, en la puerta del centro.

David Mena, Miguel Ángel Almanza, Lorena Roncero y Cristina Jiménez, profesores de Artístika, ayer, en la puerta del centro. / fotografías: Jesús mérida

Corre, ten listo el informe, recoge a los niños, saca al perro. Saca tiempo para estudiar, ir a clase, leer el periódico, relajarte y consumir cultura. Ve a ese concierto que tanto te gusta, tener una sesión de cine en tu sofá, ríete. Que no falte una cerveza con tus amigos de siempre. Más, siempre más. Pero el día tiene 24 horas. El tiempo es igual para todos. Pero no todos encuentran un lugar o un hobby que les apasione.

Así germina Artístika, un centro de arte y crecimiento que el próximo lunes 3 de septiembre abre sus puertas en la calle Bailén de la capital malagueña. Lorena Roncero, una de las profesoras y quien ha orquestado la creación de esta escuela, madrileña y asentada desde hace cuatro años en Málaga, donde imparte clases en el Teatro Cánovas, La Imprudente y en Marbella, se da cuenta de la demanda a nivel cultural que presenta la ciudad. "Al dar las clases veo el crecimiento personal que existe en Málaga y la falta de espacios para poder formar un tejido amateur más potente, incluso para profesionales formados en centros como la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático)", relata. "Málaga está creciendo culturalmente en los últimos años y se están impulsando mucho los museos y el arte, pero la gente está demandando otras disciplinas y me lo encuentro dando clase", explica antes de aseverar que "Cada año se acerca mucha más gente a la danza, el teatro y la música". Y así es cómo Roncero decidió crear un espacio para las disciplinas artísticas: "Ves cómo esas personas crecen, se desarrollan a nivel artístico y humano".

Ves cómo las personas crecen, les llena, se desarrollan a nivel artístico y humano"

Artístika, con k, refleja el origen de Lorena, nacida en el País Vasco."Quería que mis raíces estuvieran muy presentes", apunta.La escuela cuenta con doce docentes de diferentes modalidades, desde danza, teatro, canto, y yoga, del que también se incluye una versión más artística, el yoga aéreo. "Al pensar en crear un espacio, al estudiar las técnicas a nivel teatral como las de Grotowski o Chéjov, encuentras que están muy ligadas al yoga. Y te das cuenta de cómo esto te ayuda a encontrar el equilibro emocional y artístico. En mis entrenamientos con otros actores empecé a introducir el yoga y facilitaba el desarrollo y la creación", señala Roncero.

Pero no sólo se cultiva el cuerpo: el cine también tiene cabida en la escuela. Miguel Ángel Almanza y Antonio Martín, (actores, directores, entrenadores de actores, bailarines, coreógrafos y presentadores) dirigen los entrenamientos de técnicas actorales en el que explorarán las diferentes técnicas de interpretación. Asimismo, presentarán monográficos cada dos meses dedicados a una disciplina. "Contaremos con José Piris en mimo y con África Clua Danza Contact, entre otras disciplinas de danza", explica la responsable del centro.

Así, la danza tiene su espacio en la escuela, pero no se trata de ballet, ni salsa, ni urbana, ni tan siquiera flamenco. Se trata de Danza Oriental y Danza Tradicional Hawaiana, impartidas por Giuly Shahla, miembro CID Unesco de danza étnica y profesora nivel Oro CSEN Italia. Roncero explica que fueron escogidas "por ser poco comunes. Me pareció una oportunidad para conocer una danza que no tenemos normalmente a nuestro alcance. La danza tradicional hawaiana era algo que quería indagar y ofrecérselo a la gente".

Roncero lo tiene claro: quiere crear un espacio para adultos. Nada de niños y adolescentes. "Creo que los niños y adolescentes cuentan con opciones. Pero el adulto malagueño, amateur o profesional, no tiene espacios donde desarrollarse artísticamente", justifica. El estrés, el ritmo acelerado de la ciudad y las responsabilidades fueron algunos de los motivos por los que quiso crear este centro: "Cada vez se nos exige más y no tenemos tiempo. Tener un espacio en el que puedas respirar y digas 'estás dos horas son para mi'". Al final, la pasión por las artes escénicas inunda sus venas: "Ver cómo entran con tensión y salen con otra cara, ver como les llena subirse al escenario... para mí es enriquecedor a niveles que no había probado. Siento que Abrir Artístika es algo que tenía que hacer".

Artístika pretende alimentar el alma y el cuerpo, pero también dar voz y voto a todos los profesionales de las artes que, a día de hoy, trabajan en puestos alejado de su profesión. "En Málaga hay muchos profesionales muy bien formados. Por eso, otro de mis objetivos es crear un lugar en el que puedan donde trabajar en lo que estamos formados", señala Roncero.

Ya lo decía el filme La Chica que saltaba a través del tiempo: "El tiempo no espera a nadie". Dentro del frenesí de la vida moderna, encontrar un lugar donde ser tú mismo es, cuanto menos, un milagro.

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