Luz Arcas, Rocío Molina y Pepón Nieto, entre los candidatos a los Max

La Fundación SGAE divulgó ayer el listado de las candidaturas a los Premios Max de las Artes Escénicas, con un total de 109 espectáculos preseleccionados en 22 categorías. El día 22 de abril se anunciarán los finalistas de la gala, que se celebrará el 18 de mayo en Barcelona, aunque antes, el próximo 25 de marzo, se dará a conocer el nombre del ganador del Max de Honor. De momento, y al igual que en años anteriores, la cuota malagueña que ha logrado meter la cabeza en esta primera criba revela que el peso específico del talento escénico generado aquí a nivel nacional tiene mucho que ver con la danza, una evidencia que debería bastar para llamar (de nuevo) a reflexión a programadores y gestores. En este ámbito, Málaga aporta, por ahora, dos nombres propios y femeninos: uno, el de Luz Arcas, bailarina, coreógrafa y directora junto a Abraham Gragera de la compañía La Phármaco, candidata al Max a la mejor coreografía por La voz de nunca, espectáculo estrenado el pasado noviembre en el Teatro Echegaray que adapta al movimiento Esperando a Godot de Samuel Beckett (y que también opta al Max a la mejor composición musical, gracias al trabajo de Carlos González); y el otro, el de la bailaora y coreógrafa Rocío Molina, candidata al Max a la mejor coreografía y a la mejor bailarina principal por Bosque Ardora, espectáculo estrenado en la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla y aún pendiente de representación en Málaga (también, por cierto, compite Bosque Ardora por el Max a la mejor composición musical con la partitura de Eduardo Trassierra). De distintas orientaciones, registros, trayectorias y estéticas, Luz Arcas y Rocío Molina coinciden en lo esencial: ambas son valores firmes y ya necesarios para la danza en España, y tal vez la Málaga que las vio nacer como artistas (sus carreras, para bien o para mal, comenzaron a crecer lejos de aquí en el momento justo) no está sabiendo aprovechar bien semejante genio, ni siquiera a título de embajador. Pero no todo es danza, que conste: el actor marbellí Pepón Nieto figura entre los candidatos al Max al mejor actor de reparto por El eunuco, la divertida adaptación de la comedia de Terencio que se estrenó en la pasada edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida y que se representó con gran éxito en el Teatro Cervantes.

Por lo demás, el montaje de Donde hay agravios no hay celos de Rojas Zorrilla que firmó Helena Pimenta para la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), y que pudo verse en la pasada edición del Festival de Teatro Clásico de Málaga, parte como favorita con once candidaturas. El montaje, estrenado el verano pasado en el Festival de Almagro, aspira a los premios a mejor espectáculo de teatro, mejor adaptación, mejor dirección de escena, diseño de espacio escénico, vestuario e iluminación. Además, Clara Sanchís y David Llorente compiten como mejor actor y actriz protagonista, y Natalia Millán, Marta Poveda y Fernando Sansegundo, como secundarios. En el apartado de danza el favorito es Israel Galván, que reúne siete candidaturas con dos montajes: Fla.co.men y Torobaka, mientras que L'Eclipsi de Grec 2014 Festival de Barcelona destaca, con seis candidaturas, entre los espectáculos musicales.