Cultura

Argumentos del drama a prueba de edades

  • Feten premia a Pata Teatro por su obra 'El árbol de mi vida'

La compañía malagueña Pata Teatro ha sido una de las catorce agrupaciones premiadas en la última edición de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), celebrada en Gijón la semana pasada, donde se representaron 72 espectáculos seleccionados de entre más de 580 propuestas aspirantes. Pata Teatro compareció con El árbol de mi vida, una pieza escrita por Josemi Rodríguez y Macarena Pérez Bravo, dirigida por el primero y protagonizado por la segunda junto a Carlos Cuadros, estrenada hace ya tres años y reconocida en Feten "por llevar a escena la poética de lo cotidiano", según el jurado. La obra, que pudo verse la pasada Navidad en un amplio ciclo celebrado en el Teatro Echegaray que contó sus funciones por llenos, y que antes había acampado en el Teatro Cánovas, cuenta, con pasmosa naturalidad y lírica ternura, todo lo relativo al ciclo de la vida de las personas, desde la gestación hasta la muerte, en un registro dramático contenido en su limpieza y dirigido a la emoción.

De aquí derivan dos reflexiones urgentes: la primera, respecto a la calidad y aspiraciones de la escena malagueña, cristalizada aquí en Pata Teatro, una compañía que atesora ya una larga y fecunda trayectoria desde su fundación en 1998, arrimada tanto al teatro infantil y juvenil como a los clásicos (sus citas veraniegas en torno a los grandes títulos del Siglo de Oro en lugares como el Instituto Gaona ya se han convertido en imprescindibles), con un sello propio y un modelo de gestión ejemplar que demuestra que es posible dedicarse profesionalmente al teatro, con agenda de actuaciones en toda España, sin salir de Málaga. Macarena Pérez Bravo explica al respecto que El árbol de mi vida "ha tenido ya unas cuarenta funciones, un registro bueno para esta época. Este mismo mes llevaremos la obra a Priego de Córdoba, Antequera y varios teatros de la provincia de Granada, y gracias al premio en Feten ganaremos más fechas". Además, Pata Teatro sigue llevando en gira su montaje Cyrano, estrenado en 2006 ("No dejan de pedírnoslo", apunta Pérez Bravo), y prepara ya su nuevo clásico para el próximo verano. Más allá del teatro, Josemi Rodríguez ha participado como actor en pequeños papeles para películas como La isla mínima de Alberto Rodríguez y en el reciente rodaje de Toro, de Kike Maíllo, en la capital malagueña.

Pero es de recibo considerar que, gracias a episodios como El árbol de mi vida, el teatro infantil vive un verdadero esplendor artístico, con una jugosa concreción en Málaga. Pérez Bravo apunta al respecto que para su compañía "el teatro infantil ha sido decisivo desde el principio. Cuando empezamos, algunos compañeros se referían a lo que hacíamos de manera despectiva, como si el teatro infantil tuviera menos interés que el dirigido a los adultos. Pero cada vez son más las compañías malagueñas que han incorporado obras para niños en sus repertorios, y hasta el Teatro Cánovas ha consagrado su programación ha este tipo de propuestas". Y continúa: "A menudo, el teatro infantil requiere un esfuerzo extra. Cuando montamos El destino de Simón, que dirigió Julio Fraga, yo llegué a perder ocho kilos en los ensayos. El proceso es bastante más duro, hay que dejarlo todo mucho más cerrado y a la vez muy diáfano. Pero el público que viene a vernos en familia sí ha empezado a valorar el teatro infantil como algo que puede tener igual calidad artística que otro tipo de teatro. También hemos podido comprobar un cambio de criterio en los programadores, y en la misma profesión. Aunque donde sí sigue habiendo diferencias es en la cuestión económica: por muy cara que sea una producción, por muy grande que sea el reparto, por mucho material que tengas que mover, no puedes cobrar la entrada a un espectáculo infantil igual que a una función para adultos. Hay un prejuicio en este sentido. Y a veces hemos tenido que pedir un préstamo para poder sacar adelante una producción, como pasó con El destino de Simón". Queda tarea por hacer. Talento, hay de sobra.

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