Cultura

‘Bacanal’, un cabaré salvaje y canalla que “salpica” a Málaga

Uno de los espectáculos en el pase de este viernes.

Uno de los espectáculos en el pase de este viernes. / Javier Albiñana

Bacanal promete más de dos horas de espectáculo con elementos de cabaré “salvaje, canalla y golfo” y de circo contemporáneo en el que se anima a los espectadores a “ponerse el chubasquero, porque aquí se salpica, y no va a ser agua”. Su director, Suso Silva –Premio Nacional de Circo–, explica en una entrevista con Efe que, después de los dos años de parón por la pandemia, se propusieron “hacer una fiesta, una orgía, en la que se viene a comer y a beber”.

“Hay gente del público que acaba en pelotas en el escenario. Hay que parar a la gente, que está salvaje, y después de dos años en dique seco tiene unas ganas locas de pasarlo bien”, afirma Silva, que presenta el espectáculo desde este viernes hasta el 13 de noviembre en Málaga. En sus espectáculos va a “seguir fusionando los condimentos que tan buen resultado han dado”, entre los que no puede faltar “un circo contemporáneo, fresco, joven y muy actualizado”.

“Está el circo clásico, del que he mamado, pero me di cuenta de que quería actualizarlo y recuperar a un público adulto que no va al circo, pero que se sorprende y flipa con este modo de hacer circo, tan metido dentro de un guion, tan joven y con tanta energía, aderezado con mucho humor y con una puesta en escena potente”.

Un espectáculo de acrobacias. Un espectáculo de acrobacias.

Un espectáculo de acrobacias. / Javier Albiñana

Una saga que comenzó con 'El circo de los horrores'

Y advierte al público de que “nadie está seguro aquí”. “El que no quiera participar, que se vaya a la grada, pero si vienes te van a pasar cosas”. Este es el quinto espectáculo de una saga que comenzó con El circo de los horrores, y Suso Silva explica que en los últimos quince años ha “jugado con lo que pasaba en la calle”.

Así nació El circo de los horrores, porque Silva se confiesa “un enamorado de las películas en blanco y negro” y quería “recuperar los clásicos perdidos”. Le siguieron Manicomio, cuando “faltaba un poco de locura”, y Cabaret maldito, para transmitir que había que “tocarse, mimarse y quererse, y no solo a través de las redes”. A continuación llegó Apocalipsis, justo antes del coronavirus, “pero se enfadó mucha gente que decía que había sido un pájaro de mal agüero”, al mostrar “un paraje terrenal caótico y a los seis meses venir la pandemia”.

“Después me dije: ‘Si monto una bacanal, a lo mejor acabamos todos follando’. Pues perfecto, ¿por qué no?”, bromea Suso Silva, que cree que sus espectáculos “encajan con lo que pasa en la calle política, social y económicamente” y tienen un “circo brutal, como nadie lo ha mamado en este país, aunque muchos lo intenten”. Además de dirigir el espectáculo, Silva vuelve a interpretar al maestro de ceremonias, que ha “evolucionado” durante todos estos años y ahora es Lucifer.

“Lucifer no es tan malo. Es muy canalla, pero es muy buen tío. Lleva en su nombre la luz y es un ángel tirado del cielo a patadas porque no encajaba y desestabilizaba. Pues eso me dedico a hacer, desestabilizar, romper moldes y provocar”.

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