El CAAC revisa el reto estético, poético y político del Agustín Parejo School
El centro inauguró ayer en Sevilla una amplia retrospectiva dedicada al colectivo malagueño, que permaneció activo entre 1982 y 1997, con un centenar de obras
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) presenta la exposición titulada Agustín Parejo School, una retrospectiva de este colectivo creado en Málaga. Se trata de una revisión del trabajo realizado desde 1981 a 1994, un proyecto lleno de poética y política, crítica y sentido del humor, que a través de sus postulados cuestionó el estatuto de lo artístico y sus instituciones. La muestra, que podrá visitarse desde este sábado 30 de enero al 22 de mayo, y que fue presentada ayer con la presencia del artista malagueño Rogelio López Cuenca, reúne más de un centenar de piezas, pintura, vídeo, collage, objetos, fotografía, documentos e instalaciones, y recoge los intereses clave que movieron a los miembros de este colectivo que expuso por primera vez en 1982 en la galería del Ateneo de Málaga y por última vez en 1997 en Cuba.
Esta exposición, según fuentes del CAAC, responde a un trabajo de investigación más amplio del centro sobre las manifestaciones artísticas que se desarrollaron en Andalucía durante las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado. Agustín Parejo School fue una experiencia anónima, colectiva, activa y radical que se inició a comienzos de los años 80 y terminó a mediados de los 90 de una manera natural y no premeditada.
Agrupándose de forma orgánica, cómplice y afectiva, Agustín Parejo School no fue un grupo o colectivo con fecha de inicio y disolución como algunos otros que surgieron en esa década en España (Preiswert, Strujenbank), sino que se trataba de personas que se iban sumando a una experiencia vital, un experimento temporal que duró casi 15 años en los que fueron desarrollando una actividad que incidía de manera directa en el contexto social de su lugar de operaciones, la ciudad de Málaga. Jugando con el lenguaje, ocupando el espacio público de manera temporal, distribuyendo revistas autoproducidas, realizando canciones para discográficas independientes, diseñando ropa semiotizada, insertando piezas en programas televisivos y, mediante la organización de exposiciones de pintura, instalaciones y performances, el trabajo de Agustín Parejo School seguía una rica tradición de prácticas colaborativas características de las vanguardias históricas y de las neovanguardias de postguerra.
El colectivo se adelantó también a toda una serie de estrategias y modos de hacer política que han tenido lugar 20 años después mediante herramientas como las cuestiones de anonimato/autoría, poética/política o imagen/texto a través de las cuales actuar e incidir en un determinado ámbito social y cultural. Los trabajos de Agustín Parejo School se agrupan en esta exposición del CAAC configurando una historia que no pretendía serlo y que con el paso de los años ha sido un buen ejemplo de ese otro modo de producir arte en los años 80 y 90 diferente al que en esas décadas triunfó. Una de sus acciones más destacadas es la llamada Sin Larios que formó parte de un programa más amplio llamado Plus Ultra que fue comisariado por Mar Villaespesa y producido por BNV para el Pabellón de Andalucía en la Expo'92. La intervención tenía como objetivo recuperar un momento de la historia de Málaga, cuando durante los disturbios de 1931, la estatua del marqués de Larios que realizara Mariano Benlliure en 1896, fue lanzada al mar y en su lugar se colocó una bandera republicana y después una figura alegórica del trabajo, para la que sirvió de modelo el torero Mazzantini.
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