Caramala busca las cosquillas a la familia en su 'Caramelo'
La compañía malagueña estrena hoy en el Cánovas su último espectáculo, escrito y dirigido por Sergio Rubio
Carmen Baquero, Virginia Muñoz y Noemí Ruiz son Caramala, la compañía que hace unos años abrió una ventana al teatro malagueño desde la espontaneidad y la comedia más apegada al instinto con La hora feliz. Hoy, a las 21:00, estas tres jóvenes actrices estrenan su segundo espectáculo, el de la confirmación imprescindible, en el Teatro Cánovas, donde también se representará el sábado y el domingo. Caramelo es un proyecto escrito por el dramaturgo Sergio Rubio, quien también colabora en materia de dirección, y que añade nuevos registros a un trío que hace de la sinceridad su primer empeño: "Nunca vamos a hacer ni decir algo en lo que no creamos", afirmó al respecto ayer Carmen Baquero.
De entrada, Caramelo parte de unos presupuestos bien distintos a los de La hora feliz, aunque su tono y sus procedimientos son similares. Si aquel primer montaje estaba protagonizado por unas amigas en un marco de la comedia muy evidente y reconocible, aquí son tres hermanas que no se llevan precisamente bien las que se reúnen una noche de Reyes. Lo que parece un simple encuentro de compromiso pronto adquiere un cariz distinto cuando la menor de las hermanas hace saber a las otras dos que necesita urgentemente un riñón y que una de ellas sería la donante idónea. "La obra trata sobre la familia, y nosotros aportamos nuestra idea al respecto, sin pretender moralizar en absoluto", señaló ayer Virginia Muñoz, a lo que Sergio Rubio apuntó: "Ahora casi todo el mundo tiene algo que decir sobre la familia, empezando por los políticos, y nosotros no vamos a ser menos". Precisamente por abordar las relaciones familiares en toda su complejidad y con la mayor sinceridad posible, este espectáculo es "más arriesgado y requiere más responsabilidad", comentó Noemí Ruiz.
Pero que nadie tema: en Caramelo está puesto todo el humor de Caramala, su ternura, su celebración de la inocencia. Carmen Baquero definió el montaje como una "comedia de situación con un conflicto planteado desde el inicio". Hoy saldremos de dudas.
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