"Carlos Cano conocía muy bien nuestra cultura andaluza"

pasión vega. cantante

'Pasión por Cano' es su úlitmo disco, en el que rinde homenaje al cantautor granadino La cantante regresará con este trabajo y otros clásicos propios y ajenos al Cervantes el domingo 13

La cantante malagueña regresa a su tierra con su nuevo disco.
La cantante malagueña regresa a su tierra con su nuevo disco.
R. Albertus

06 de septiembre 2015 - 05:00

Vega es el segundo apellido de Ana María, alias Pasión Vega (1976). Nació en Madrid, pero pronto acampó en esta orilla, de donde era parte de su familia. Fue bautizada en la Caleta de Cádiz, creció en Málaga y a pronta edad se envolvió en la copla hasta recibir la Medalla de Andalucía hace cinco años. Más de una vez ha reconocido que Andalucía es su norte y el acento de su música, de manera que su tierra va de la mano en cada actuación. Su último trabajo da voz también a otro andaluz de reconocimiento y renovador de la copla, Carlos Cano. El título es Pasión por Cano, con el que la cantante regresará a la que sigue siendo su casa, el Teatro Cervantes de Málaga, el próximo domingo 13.

-Coincidió en una actuación en un local malagueño con Carlos Cano, pero ni lo saludó ni se presentaron.

-Nos cruzamos . Él estaba haciendo una entrevista y yo estaba preparándome para cantar porque acababa de ganar un concurso. Yo era muy inexperta y vergonzosa entonces. Me entregaban el premio y tenía que cantar tres canciones. Estaba probando sonido y en el ambiente de una feria. Cano estaba haciendo la entrevista en la otra esquina del local y yo preparando mis cosas. Cuando quise darme cuenta y empecé a cantar, ya se había marchado porque tenía otros compromisos durante la feria.

-Dándose a conocer usted, y él como alguien consolidado.

-Yo tendría 15 años, mi carrera profesional empezaría un poco más tarde. Con 18 años comencé a grabar mis primeros discos y a cantar en algún teatro. Aquel concurso era de lo primero que hacía. Creo que era la segunda vez que cantaba delante de un público y sí que lo recuerdo porque era fan de Carlos Cano.

-¿Y a conciertos suyos sí fue?

-La verdad es que sí, en varias ocasiones cuando estuvo por Málaga, y me sorprendió mucho. Cuando lo veía actuar, durante muchos días me quedaba siempre recordando no sólo sus canciones, también sus palabras. Era un hombre muy agudo a la hora de contar y explicar sus canciones y enganchaba muchísimo al público.

-Ahora habrá conocido a Cano a través de diferentes testimonios, como el de María Dolores Pradera, que colabora en el disco...

-La verdad es que todo el mundo destaca de él su inteligencia, su preparación, antes de empezar a cantar viajó muchísimo por toda Europa. Era un hombre que conocía muy bien nuestra cultura andaluza, la de nuestros sabios, poetas y músicos. Y creo que eso es lo que hizo posible que hiciera esas canciones tan maravillosas. También destacan su sentido de humor, a pesar de que era granadino (risas) y de parecer tan sobrio.

-Decía el cantautor que ser granadino era su forma de estar en el mundo. ¿Ese orgullo por el lugar de donde uno es, en su caso de Málaga, lo comparte?

-Totalmente. Espero ser consecuente con lo que representamos fuera de nuestra tierra y de cara a los demás. Soy consciente de ello.

-Los dos andaluces y los dos reivindican la copla.

-Sí, además estoy bautizada en La Caleta, como él. Debemos de ser los únicos bautizados ahí, sin ser de Cádiz.

-Hay canciones en el disco que en cierto modo ha hecho suyas, como Aires de cuna, o el tema que Cano dedicó al también malagueño Miguel de Molina. ¿Cuántas veces le dio la vuelta a la discografía del autor granadino?

-El disco y el espectáculo vienen un poco de ahí, de darle muchas vueltas, pero al final una se va quedando con una elección más intuitiva, a corazón abierto. Evidentemente todas estas canciones, a lo largo de los años, han ido calando en mí a través de recuerdos. Casi todas las canciones que hay han formado parte de mi historia personal, a excepción de alguna en la que me he dejado guiar por el productor.

-Fernando Velázquez es un productor que ha ayudado a transmitir imágenes con esas canciones, casi de banda sonora.

-Por supuesto, ése era el trabajo que quería. No te diría que el que esperaba porque el trabajo ha dado un resultado mucho mejor de lo que yo podía haber imaginado. Estoy muy orgullosa de este trabajo y creo que ese transmitir imágenes se nota en canciones como Alacena de las monjas, hay un ambiente de convento y de recogimiento con ese coro de niños. Está también Esperando las golondrinas, con un arreglo que es una auténtica maravilla, y también muy cinematográfico.

-Se estrecha su vínculo con Granada. Ya estuvo de gira también con un espectáculo dedicado a Lorca bajo el título Cartas desde Nueva York...

-Creo que Granada da para mucho por el elenco de poetas, compositores e intérpretes. Es muy inspirador.

-Y dice que actuar en los Jardines del Generalife, donde actuó la semana pasada, es un sueño.

-Lo es, sinceramente. Susana (su manager), que lleva muchos años trabajando conmigo sabe la ilusión que tenía por ir a la Alhambra, por cantar allí y estar en un espacio tan hermoso, donde la gente asiste realmente a escuchar algo excelente. Siempre espero poder aportar lo especial que la gente quiere ver.

-¿Comparte esa indignación política que se liga a Carlos Cano cada vez que sale un disco o un espectáculo basado en su obra?

-Hay una de las canciones, la única inédita, que dice: "Licenciados poniendo espetos / más recortes". O sea que es verdad que siempre desde mis comienzos y cogiendo el testigo de Carlos, Sabina y Serrat, mis cantautores favoritos, he pensado que ese punto protestón hay que tenerlo. No soy tan política como quizá lo han sido ellos. Mi generación en ese sentido es menos política porque hemos vivido en una sociedad más cómoda y nos lo han dado todo un poco más hecho. Pero sí que apuesto por el ser humano, por la sociedad y lo que yo pueda aportar. Quiero crear una sociedad mejor y una Andalucía mejor, y eso quiero que esté también presente en mi trabajo.

-Da la sensación de que esa canción, Soy del sur, además de suponer la reconciliación con el músico Ares es casi como un himno, una manera de decir 'soy andaluza y aquí estoy'.

-Claro, y reivindica también la figura de Carlos. Es una letra que me emociona mucho cantarla porque digo "no me cansaré de amarte, de quererte y de cantarte". Y ese sentimiento va tanto para Carlos Cano como para Andalucía. Es un sentimiento de querer seguir aportando tu energía y tu arte.

-La Murga de los currelantes no la versiona en el disco. ¿Hay alguna canción que no esté en el repertorio en directo?

-[Comienza a cantar la canción] No está La murga de los currelantes, pero en directo sí que canto Las murgas de Emilio Moro.

-¿Y repertorio propio habrá en Málaga, aparte de las canciones de Pasión por Cano?

-Hay alguna cosa, pero con un sentido. La verdad es que es un concierto en el que tanto los textos como la escenografía tienen un porqué, no en un orden concreto, sino una relación de una canción a otra. Y de mi repertorio creo que hay una, pero también coplas clásicas muy vinculadas a Carlos Cano por su temática y porque él las cantó e interpretó en su carrera. Tiene todo mucho sentido.

-Hábleme de la reconciliación con el músico gaditano Martínez Ares.

-Pues fue el año pasado viendo a La Canalla de Antonio Romera, que también compone mucho para mí. Fue tan fortuito como el enfado. El enfado fue muy tonto y el encuentro fue muy tonto también. Fue justo el verano antes de empezar a pensar en este disco. Me lo volví a encontrar y acudió a mi llamada pronto. La verdad es que le dije "Antonio, por qué no hacer una canción dedicada a Carlos Cano", e incluso me trajo varias versiones. Estoy muy contenta con este reencuentro y esta etapa con él. Me parece un compositor importante en nuestra música y creo que hacíamos un equipo estupendo, te estoy hablando de hace ya 10 años, cuando empezamos a trabajar...

-Entonces, ¿le llegó antes María la Portuguesa que la María que se bebe las calles?

-Sí, es curioso. Otra María dentro de las letras. María la Portuguesa la recuerdo como la canción que escuchábamos en el Seat 1.500, en una cinta de Cano, al volver los domingos de la playa.

-En Granada actuó junto a la Orquesta Sinfónica Provincial de Málaga, ¿cómo fue la experiencia?

-Muy bien. Era la primera vez que hacía algo tan personal con ellos, y el concierto estuvo dirigido por Fernando Velázquez. La verdad es que tenía muchas ganas de repetir esos momentos que había vivido tanto en el Teatro Real, como en el Palau de la Música. Hasta la semana pasada, eran los dos únicos conciertos que había hecho con orquesta.

-¿Cómo son los ensayos con la orquesta? ¿Cuesta adaptarse?

-Por ser algo no tan rodado, hay que retomar los ensayos y volver a montarlo todo, pero estoy muy ilusionada. Igualmente que cuando estoy con mis músicos. Creo que la Alhambra es un enclave que se presta mucho a conciertos con una orquesta que te arrope.

-¿Cabe esperar alguna sorpresa en su concierto malagueño?

-Nunca se sabe lo que puede pasar, pero desde luego sí haremos lo que te comentaba: hay canciones que no están en el disco y que el público no espera.

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