Cultura

Carlos Sisí regresa al "puro terror" con 'Vienen cuando hace frío'

  • El autor de la saga 'Los caminantes' publica su nueva novela el próximo 2 de octubre de la mano de la editorial Insólita

Se trataba de un mensaje que alguien había escrito en Facebook, conciso y directo: "Vienen cuando hace frío". Carlos Sisí (Madrid, 1971), el autor de novelas como Panteón, Alma y la más que popular saga zombi Los caminantes, entendió que había una historia detrás. Y la escribió, de un tirón, en el plácido verano de su casa en Calahonda, "con el corazón, como me diera la gana". El resultado fue, tal y como expresó ayer a este periódico el escritor malagueño de adopción, "puro terror". Sus cómplices le animaron a publicarla cuanto antes, convencidos de que en aquellas páginas se encontraba una de las mejores historias de Sisí, lo que no es precisamente moco de pavo. Dicho y hecho: Vienen cuando hace frío verá la luz el próximo 2 de octubre de la mano de la editorial Insólita, un sello especializado en la literatura fantástica que echó a andar hace apenas unos meses. Confirma ya su creador que la presentación en Málaga tendrá lugar "lo más cerca posible de esta fecha" en la librería En Portada de la calle Nosquera.

Ambientada en los años más duros de la crisis en EEUU, Vienen cuando hace frío tiene como protagonista a un hombre que acaba de perder su trabajo y que decide abandonar Baltimore para trasladarse a una cabaña heredada de su abuelo, situada en un pueblo canadiense remoto y aislado, junto a un parque natural. Allí, a imagen y semejanza de los pioneros, reconstruye la choza, se abastece de todo lo necesario y empieza a disfrutar su nueva vida. Un día descubre que los vecinos abandonan todos los inviernos el lugar, llamado Sulphur Creek, para mudarse temporalmente a otros pueblos. Cuando el frío empieza a arreciar, los habitantes empiezan a marcharse y recomiendan al protagonista que haga lo mismo, por alguna razón de la que prefieren no hablar. Incluso los animales que pueblan el entorno abandonan el paraje en estampida. Pero el nuevo inquilino de la cabaña no está dispuesto y decide quedarse a pasar el invierno bajo su único techo disponible.

"Es terror de cabañas: todo el mundo se va y sólo uno se queda", apunta Carlos Sisí, quien añade: "En realidad, aunque disfruté muchísimo el proceso, me resultó bastante difícil escribir esta novela. En mis anteriores libros hay muchos diálogos, pero aquí prevalece la voz del protagonista, sumido en la soledad y el aislamiento". Para documentarse, el escritor estudió a fondo el caso verídico de otro pueblo canadiense, Anjikuni, cuya población desapareció un día de 1930 al completo dejando abiertas las puertas de sus casas, la cena en sus platos, los animales junto a los trineos y la leña prendida aún en las chimeneas. "Esta historia, muy conocida, me fue de mucha utilidad a la hora de aportar veracidad a la situación del personaje, el miedo que te asalta cuando descubres que se han ido todos y te has quedado solo".

La publicación de Vienen cuando hace frío no ha resultado sencilla: su historia, incluso, podría dar para otra novela. Carlos Sisí la cuenta en estos términos: "La editorial con la que suelo trabajar es Minotauro, del Grupo Planeta. Les pasé el manuscrito y les gustó, pero de sus autores sólo publican, como mucho, un libro al año. Así que me dijeron que había que esperar. El año pasado se publicó Tempus fugit, la quinta entrega de Los caminantes. Falta por aparecer la sexta, que lo hará próximamente. Y había otros proyectos ya comprometidos, así que la espera podía llegar a prolongarse hasta cuatro años. Antonio Torrubia [de la librería barcelonesa Gigamesh] la leyó, le encantó y me dijo que no podía esperar tanto, así que se ofreció para buscarme editorial. Llegamos a un acuerdo muy interesante con Stella Maris: se anunció, se diseñó una portada y se llevó a imprenta, pero justo entonces murió el inversor principal de la empresa. La editorial se quedó sin financiación y, finalmente, pasado el tiempo, rompimos el contrato. Después, Torrubia me habló de esta editorial nueva, Insólita. Les propusimos la publicación y ha ido todo muy bien. ¡Espero que no haya más sorpresas hasta octubre!"

Insiste Carlos Sisí en su adscripción sin matices al terror puro y duro (la huella del mejor Stephen King aletea ya desde el planteamiento) después de novelas como Alma, una novela de fantasmas, introspectiva y lírica, "con un final feliz en el que, más que llamar al miedo, se trataba de espantarlo. Algunos lectores, como en la tercera entrega de Los caminantes, se sintieron decepcionados. Pero aquí se da el género tal y como cabe esperarlo". La segunda parte de Panteón (con la primera ganó el Premio Minotauro) y su largamente acariciado proyecto vampírico aguardan en la recámara. Pero por ahora Sisí logra que el termómetro se desplome. Cuidado.

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