Cultura

La Casa Natal de Picasso acoge su faceta más íntima, captada por Lee Miller

  • La muestra recoge 53 imágenes de las más de mil que tomó la fotógrafa del creador durante su amistad de 36 años

La faceta más íntima de Pablo Picasso, que supo captar en sus fotografías la estadounidense Lee Miller, se expone desde hoy en la Casa Natal del artista malagueño en una muestra que recoge 53 imágenes de las más de mil que tomó la fotógrafa del creador durante su amistad de 36 años.

Antony Penrose, hijo de Roland Penrose y Lee Miller, ha recordado hoy en la presentación de la exposición cómo su madre y Picasso se conocieron en 1937, durante un tiempo fueron amantes y el resultado de su amistad fueron seis retratos pintados por el artista y un fondo de un millar de fotografías sobre el pintor.

La selección realizada da una idea de la relación personal de su madre y Picasso, por quien sintió un gran afecto hasta la muerte de éste, según Penrose, que ha asegurado que Miller recordaba especialmente de sus visitas a Málaga "el pescado, el vino y la simpatía de la gente".

Por su parte, Katherine Slusher, comisaria de la exposición, ha apuntado que a su juicio "lo más apasionante" de la vida de Miller es que después de la Segunda Guerra Mundial "cayó en el olvido en muchos sentidos hasta su muerte en 1977, cuando su hijo Antony fue a la buhardilla de la casa de sus padres y encontró cajas con unos 70.000 negativos".

Entre ellos se encuentran las fotos de su primera época surrealista, como ayudante de Man Ray, o de los seis años durante los que vivió en Egipto, cuando fotografió el desierto, zonas remotas o la vida cotidiana en El Cairo.

Más tarde, cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, trabajaba en Londres de día como fotógrafa de moda para "Vogue" y por la noche salía para fotografiar los edificios bombardeados.

Ese trabajo dio como resultado un libro en el que se aprecia "el ojo de una persona formada por el surrealismo, con imágenes que a la vez hacen llorar y reír", según Slusher.

Precisamente, ése fue un punto que le "unía mucho con Picasso", puesto que ambos tenían "un sentido del humor muy bien desarrollado" que durante los 36 años de su amistad "fue uno de los vínculos más fuertes".

La comisaria considera que cuando en la posguerra se decidió que Penrose publicara la biografía del artista malagueño, "le fue muy útil tener a su lado a Lee Miller no sólo como fotógrafa, sino también como una persona llena de vida que entraba muy bien en los pensamientos de Picasso".

Penrose era un gran estudioso de Picasso, "estructurado y serio", pero no tenía "ese lado juguetón de Lee Miller", que aportó un ingrediente de ternura a las fotos de un Picasso "fotografiado por una persona que se sentía muy cercana".

Otra de las grandes aportaciones de esta exposición es, para Slusher, el hecho de que contenga imágenes de la propia ciudad e incluso de la Casa Natal de Picasso, tomadas en 1955, cuando Miller y Penrose viajaron a Málaga después de haber visitado al pintor en París.

Durante los cinco o seis días que permanecieron en Málaga, Miller tomó fotos además de otros lugares como la Escuela de Bellas Artes donde el padre de Picasso fue profesor.

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