Cultura

El Centro Pedro Aparicio abre sus puertas a la memoria y la creación

  • El espacio de cultura activa, en los bajos del Cervantes, dispone de una sala para 40 espectadores

El Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio abrió ayer sus puertas al público en los bajos del Teatro Cervantes, en un acto presidido por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, en el que ya se mostraron las tres dimensiones culturales de las que consta. El espacio albergará la memoria del coliseo malagueño y también cuenta una sala de exhibición de espectáculos de viva actualidad. Así, el Servicio de Archivo, Documentación e Información (SADI) almacenará y divulgará el material informativo que constituye la historia del teatro, el entorno Exposure acogerá exposiciones vinculadas al teatro y la cultura (Exposure) y en la Sala Activa se programarán actuaciones de vanguardia y pequeño formato. De la Torre, acompañado por la concejal de Cultura, Gemma del Corral, y el director del Teatro Cervantes, Juan Antonio Vigar, descubrió una placa en homenaje a Pedro Aparicio. En el acto también estuvo presente María Ruiz de Castañeda, viuda del exalcalde de la ciudad, el político que impulsó la adquisición y reinauguración del teatro en los años 80 y cuyo nombre estará ahora ligado al nuevo espacio. Tampoco faltaron otros portavoces de los grupos del pleno municipal ni antiguos compañeros de Pedro Aparicio en la Corporación, como Francisco Flores e Hilario López Luna.

El núcleo originario del proyecto del Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio es el Servicio de Archivo, Documentación e Información (SADI) del Teatro Cervantes. Al respecto, Vigar explicó las claves de una infraestructura dotada de un servicio de atención personal para consultar la documentación y de ordenadores para el acceso a los datos. El quid principal del SADI está formado por el material informativo, gráfico o de texto, audiovisual o virtual que constituye la documentación generada por el Teatro a lo largo de los años. Junto a ello, un fondo bibliográfico especializado, formado por monografías, obras de referencia y materiales especiales, completará la oferta para los profesionales e interesados en las artes escénicas. También la visita al centro de ayer se detuvo en la exposición Festival Internacional de Teatro. 1983-1986, que a través de fotografías y documentos revisa los primeros años del certamen, en los que Miguel Gallego y Miguel Romero Esteo asumieron la dirección y trajeron al Teatro Romano (entonces sede del festival) a creadores internacionales de la talla de Bob Wilson.

En cuanto a la Sala Activa, el auditorio, con capacidad para cuarenta espectadores, acogerá desde el próximo martes 12 hasta el 4 de febrero el ciclo Anverso / Reverso, con cuatro monólogos de otros tantos autores malagueños dedicados a Shakespeare y Cervantes, en una indagación contemporánea: La calma, de Pablo Bujalance, con Eduardo Duro (del 12 al 14 de enero); Fragilidad, de Cristina Consuegra, con Alessandra García (del 19 al 21 de enero); Sed despojo, de Alejandro Simón Partal, con Pape Labraca (del 26 al 28 de enero); y Canciones de caballería, de Francisco Eduardo Conde, con Miguel Guardiola (del 2 al 4 de febrero). En la inauguración de ayer, el actor Eduardo Duro interpretó un fragmento de La calma. La interpretación de un dúo de Puccini a cargo del tenor Luis Paccetti y la soprano Lourdes Martín, con Arturo Díez Boscovich al piano, puso el colofón al acto.

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