El Centro Pompidou de Málaga invita desde ayer a los niños, armados con lápiz, tijeras, pegamento y un espejo, a jugar y a crear a partir de los Mécacollages, los colages mecánicos del artista islandés Erró, en su espacio Público Joven. "El proyecto parte de una línea de trabajo que abrió Erró a partir de los años 50, cuando se planteó el colage y trató de ir más allá", explicó el responsable de Mediación del Centro Pompidou de Málaga, Jaime Mena. En aquel momento, el artista plástico islandés nacido en 1932 y condecorado en 2010 con la Legión de Honor francesa "buscó ponerse unas normas que le forzaran a crear de una manera que quizá el mismo no esperaba". Todo ello se produjo "en el contexto de la industrialización, cuando la clase media empezaba a tener un mayor poder adquisitivo y acceso al ocio, podía tener un televisor en casa y el hombre iba a llegar a la Luna". Erró busca en revistas científicas elementos mecánicos, y la regla fundamental en sus mécacollages es que debía mostrar "el elemento mecánico entero, no podía fraccionarlo, y a partir de ahí construía retratos".

Ahora, su proyecto ha sido trasladado al Pompidou de Málaga, dirigido a niños de entre 6 y 12 años, por ser "una herramienta muy didáctica para explicar el proceso artístico y para visualizar lo que conlleva crear una pieza artística, y porque es muy fácil de desarrollar". "A un niño, y también a un adulto, si se le dice que tiene que dibujar, le da miedo y dice que no sabe. Con el colage rompemos esa barrera para reflexionar", señaló Mena al respecto.

Los niños se pasean en primer lugar por este espacio, con una escenografía que da la sensación de taller, de lugar específico para crear, y con un espejo dibujan su propio contorno para, a continuación, con dos piezas de Erró, construir su retrato mecánico.