En la calle Beatas habitan 19 cuadros, dos buzones y un libro. Arte urbano y contemporáneo. Una lucha. Desde Francia llega Sobre todo, los objetos que concentra una pequeña parte de la obra del artista urbano francés Christian Guémy, más conocido como C215. La exposición estará en la sede de la Alianza Francesa de la capital hasta el próximo 23 de octubre y en ella se podrá ver arte sobre distintos soportes y objetos pero con una única técnica: spencil y spray.

Nada más entrar a la pequeña sala el visitante se topa con tres obras en tonos azules y amarillos: Roma per Roma, un cartel en metal que el propio autor confesó haber recogido de una calle de Italia; Christian, un retrato pintado en madera; y Jean Vilar, que, sin duda es el más llamativo de los tres, es una obra pintada sobre una señal de tráfico antigua. Si se continúa el recorrido por la sala se encontrará Thérese, pieza que, aunque no estuviese colocada correctamente, mostraba ayer el talento del autor.

Un gato de ojos negros y en tonos azules y marrones decoraba un lienzo de 100 x 200 centímetros. Por sus dimensiones y su colorido llama la atención. "No tengo gatos ni me gustan", dijo el francés, quien señaló sin embargo que los felinos son "un símbolo del arte urbano, porque se mueven perfectamente en la calle".

Far Cry y Le diable en persona tienen una temática y un colorido diferentes, aunque siguen la misma línea estética. Continuando el recorrido, en la sala se encuentran cinco cuadros de tamaño menor que los anteriores. Tienen un nexo en común: rostros, miradas y sonrisas que corresponden, a modo de contraste, a mendigos, personas sin hogar, refugiados, niños de la calle y ancianos. "Los elijo a ellos con el con el objetivo de hacerlos visibles ante la sociedad", dijo Guémy.

Madera, metal, muebles, libros, buzones son algunos de los materiales que se pueden ver en la muestra. "Me gusta coger un objeto que está tirado en la basura y retratar a un marginado y convertirlo en un objeto deseado", confesó C215. Cinco cuadros con estética más oscura en marrón, beige y rojizo junto a dos buzones y un libro culminan la propuesta del francés en la que es su primera muestra individual en España.

El dripping (goteo) y su firma (en forma de cubo) en sus cuadros "no es algo al azar, en mi obra está todo controlado. Cada cosa tiene un porqué", argumentó. "Lo que es característico en mi obra es el conjunto, la combinación, porque cuando alguien ve una obra mía sabe que es mía", dijo.

Mobiliario viejo, plantilla y spray en mano asaltando las calles. Es su modus operandi. Así lo hará de hecho durante estos días en las calles de Málaga. ¿El lugar? Es secreto. "Me gusta la peregrinación, la libertad y las sorpresas por eso suelo elegir sitios insospechados e inesperados", manifestó el autor de las obras.

En Barcelona ya se han podido ver obras de C215. "Tuve problemas con la policía pero todo salió bien. El juez dijo que no era vandalismo, porque el mobiliario urbano tenía menos valor que lo que yo había pintado, y después me volvió a invitar a que hiciera otra intervención", concluyó C215 antes de añadir: "Para mí mi trabajo es una forma de insuflar vida a la calle, pero también es una forma de inyectar vida en el arte".