Cultura

Chucho Valdés dedicará a Bebo su concierto del domingo en el Terral

  • El pianista cubano presentará en el Cervantes junto a The Afro-Cuban Messengers una unión musical en forma de congas y guajiras, jazz, flamenco y otros cruces de fronteras

Chucho Valdés dedicará su concierto del próximo domingo en Málaga a Bebo, su padre, un referente de la música cubana fallecido el pasado mes de marzo a los 94 años en Suecia. Bebo Valdés tuvo tiempo de escuchar el último álbumde su hijobajo el título Border-Free, que presentará con The Afro-cuban Messengers en el Teatro Cervantes dentro del Festival Terral. "Nunca antes había hecho un concierto como tributo a Bebo, pero no encuentro mejor lugar que Málaga dónde ha vivido sus últimos años", iba diciendo ayer Chucho Valdés mientras comentaba que tema que dedicará a su padre, según decía el propio Bebo, parecía estar tocada con la mano derecha bajo el ritmo de él y la izquierda al suyo propio. La composición titulada con el nombre de su progenitor y dedicada ha él ha ganado el calor del público allá donde ha ido, de Puerto Rico a Canadá y de Australia a Nueva York: "Es un tema muy simple pero que gusta al momento porque refleja la simbiosis con mi padre", explicó ayer el pianista.

En el preciso momento en el que interpretará Bebo habrá un aliciente, ya que en el escenario estará el artista malagueño Noé Mirón pintando un lienzo dedicado a su memoria. El pintor que conoció a Bebo en Benalmádena comentó también ayer en la presentación del concierto que le hubiera gustado hacerle un homenaje cuando vivía el músico cubano, pero por desgracia "ha habido que esperar a su fallecimiento".

El concierto de Chucho Valdés estará dedicado también al resto de su familia: a su abuela Caridad Amaro y a su madre, Pilar, a la que también dedica un tema con su nombre. Pero también habrá un profundo homenaje a la música en general. A una música que no habla de fronteras geográficas sino musicales, como el tema Afro-Comanche, un cante yoruba donde se narra la historia de los miembros de esta etnia que a finales del siglo XIX se marcharon a Cuba a hacer una música diferente.

Border-Free parte de lo afrocubano para mezclarse de forma natural con otros géneros que ha adquirido el pianista desde su niñez. Una cubanía en forma de congas y guajiras, jazz y otros cruces de fronteras estilísticos que llevan de los gnawa marroquíes a Rachmaninov y Bach, los comanches y al flamenco. Chuco Valdés ha curtido este legado en vivo y en directo con Duke Ellington, Sarah Vaughan o Nat King Cole, entre otros. El mismo pianista recordó ayer en Málaga una anécdota que resume esa mezcolanza musical tan especial: "En 1951 llevaron a La Habana a un niño prodigio de Chicago de 12 años que era todo un talento. Yo tenía en ese momento 9, y Bebo, irritado por la atención prestada al pequeño intérprete de boogie-woogie, me llevó al Tropicana con el único traje que tenía, el de primera comunión. Allí me decía 'tócame el segundo movimiento de la Sonata en Do Mayor de Mozart. Ahora un danzón. Y ahora un boogie-woogie'. En ese momento, los músicos empezaron a aclamarme. Pero después, cuando volví a las cuatro de la mañana del Tropicana con un contrato en la mano, mi madre me dijo: 'El niño que empieza a ganar dinero no vuelve a estudiar jamás'. De modo que al final no trabajé allí, seguí en el colegio y entré en el conservatorio, del que salió a los 14 para trabajar con mi padre".

El fundador de Irakere estará bien rodeado en escena el domingo en el Teatro Cervantes. Ángel Gastón Peralta al contrabajo, Rodney Yllarza Barreto en la batería, Reinaldo Orestes Melián Álvarez tocando la trompeta, Yaroldy Abreu Robles en las percusiones, Dreiser Durruthy Bombale en los tambores batás y voces y el saxofonista invitado Ariel Brínguez Ruiz pondrán el resto de la magia.

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