Corazón silencioso

Drama, Dinamarca, 2014, 98 min. Dirección: Bille August. Guión: Christian Torpe. Fotografía: Dirk Brüel. Música: Annette Focks. Intépretes: Ghita Nørby, Morten Grunwald, Paprika Steen, Danica Curcic, Jens Albinus, Pilou Asbæk, Vigga Bro, Oskar Sælan Halskov. Pendiente de estreno en Málaga.

A pesar de su larga trayectoria, que incluye trabajos en Suecia y Dinamarca (Pelle el conquistador, Smilla), coproducciones europeas (Adiós Bafana, Tren de noche a Lisboa) e incluso alguna incursión en Hollywood (La casa de los espíritus), al danés Bille August tal vez se le recuerde como al mejor heredero de Ingmar Bergman, aunque sólo sea por la memorable Las mejores intenciones, serie de televisión luego convertida en largometraje, en la que adaptó con maestría la historia de los padres del cineasta sueco escrita por él mismo.

Algo de aquel espíritu regresa en este Corazón silencioso, un filme cámara que reúne a una familia en los días previos a la muerte programada de la madre enferma, para desplegar entre cuatro paredes y tonos crepusculares un clásico esquema de banquete distópico en el que las confesiones, los secretos y las relaciones entre padres, hijos y hermanos ponen el caldo de cultivo para un drama íntimo por el que desfilan temas como la eutanasia, la fidelidad, la enfermedad mental, la herencia y los miedos a través de los roces y afectos primarios.

Con una veterana Ghita Norby como maestra de ceremonias y la presencia de algunos rostros conocidos del cine danés de la era Dogma (Paprika Steen, Jens Albinus), el filme transcurre sereno, sobrio y contenido, aunque tampoco puede escapar a lo previsible por culpa de un guión que no se contenta con el desarrollo natural de los acontecimientos para incluir algunas subtramas (la hermana desequilibrada, el affaire del padre con la vieja amiga) a las que se les nota su condición de elementos de relleno para desahogar el núcleo y darle al espectador unos asideros morales respecto al peliagudo asunto de la muerte voluntaria.