El Convento de Santiago vuelve a abrir sus puertas en Vélez-Málaga

El Real Convento de Santiago volvió ayer a abrir sus puertas después de casi tres años de intervención. El de San Francisco, como lo conocen los veleños, resurge esta Semana Santa quedando a la vista de todos el rico patrimonio artístico y cultural que viste este Bien de Interés Cultural. La rehabilitación del edificio ha corrido a cargo de los arquitectos Salvador García y Antonio Álvarez que han conseguido recuperar la fachada original, los techos o la torre campanario que escondía paños almohades de gran factura. También ha servido para recuperar el convento que se encontraba en pésimas condiciones de habitabilidad. La actuación que ha requerido de una inversión de 1,2 millones de euros ha sido sufragada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y la Comunidad Franciscana han a partes iguales.

El delegado provincial de Cultura, Manuel Jesús García, presidió ayer los actos de inauguración junto al reverendo Severino Calderón, Ministro de la Provincia Franciscana de Granada, y la alcaldesa de Vélez-Málaga, María Salomé Arroyo. Según el delegado, el resultado de las obras de restauración ha sido "magnífico, como podrán comprobar a partir de ahora todos los vecinos y vecinas de Vélez-Málaga y la Axarquía". García añadió que el motivo de satisfacción es doble, puesto que se recupera "un gran patrimonio histórico y artístico para la ciudadanía y un enclave de extraordinario valor sentimental por su vinculación con la Semana Santa veleña". Por su parte, Calderón destacó la "extraordinaria colaboración" que ha existido entre ambas partes, y pidió "más intervenciones" similares en otros edificios.

La restauración ha permitido rescatar, en la medida de lo posible, la tipología inicial del convento de Santiago. Así ocurre, por ejemplo, con el nuevo acceso desde la plaza de San Francisco donde se ha recuperado una arcada, rescatándose así una de las mejores y más bellas fachadas de la ciudad de Vélez-Málaga. En la planta baja destaca la creación de dos salas polivalentes con los techos restaurados, donde se pueden observar bóvedas de arista en la sala abierta a calle Arroyo de San Francisco y viguerías de madera en la que da a la calle Fray Julián Marcos. En la planta alta se han realizado mejoras del sistema estructural y ordenado las diversas actuaciones llevadas a cabo a lo largo de la vida del edificio.