La Cripta amplía la oferta de teatro y música desde el centro histórico

Que la historia de la cultura de las ciudades la escriben los pequeños episodios con mucha más firmeza que las grandes intervenciones debería estar claro a estas alturas. En Málaga, mientras la mayor los grandes proyectos impulsados por instituciones públicas continúan paralizados a la espera de posibles inversiones del sector privado, el movimiento se produce con mucha mayor singularidad y eficacia desde las iniciativas modestas con nombres y apellidos. Y como el movimiento se demuestra andando, Málaga cuenta desde ayer con un nuevo espacio para la programación de música y teatro desde el mismo corazón de su centro histórico. La sala La Cripta abrió anoche sus puertas con un concierto a cargo del grupo de rock Smiling Bulldogs y una oferta ya cerrada hasta fin de año nada desdeñable. Pero quizá su principal atractivo reside en la sede que ocupa: nada menos que la antigua bodega del Instituto Vicente Espinel (más conocido como Gaona), en la calle Cabello. Un enclave construido por los condes de Buenavista a principios del siglo XVIII y donado posteriormente a los padres filipenses que desde ya añade notables ingredientes al panorama cultural malagueño al más puro estilo urbanita. Los milagros existen, y como tales hay que celebrarlos.

La Cripta cuenta con un reducido aforo (80 localidades con asientos y 100 de pie) pero suficiente "para tender puentes entre artistas y público, ya que se facilita a ambos el acceso mutuo", según indican desde la productora Malaparte, responsable del recinto. La filosofía de la sala se articula en torno al teatro, el flamenco, el rock, el jazz, el folk, el vodevil, la escena experimental y otros géneros, y una buena muestra de ello se recoge en las primeras actuaciones ya confirmadas: tras la inauguración de ayer, los próximos días 2 y 3 de diciembre llegará el turno del grupo de nuevo flamenco D'Callaos. El 9 de diciembre se pondrá en escena una propuesta de teatro experimental, Las flores no lloran, mientras que el día 10 ofrecerá suconcierto Antonio Soto, uno de los guitarristas flamencos de mayor proyección y autoridad de la provincia. El relevo lo tomará el día 16 la banda de rock Tom Cary, referente indiscutible del indie en nuestra ciudad. Tras la actuación el día 17 de Alis, el día 23 se representará el espectáculo VodEvil, en el que participan las compañías teatrales Bajotierra y Caramala y los grupos Mississippi Howlin' Lovers y Xpontaneus. Sin chauvinismos baratos, La Cripta muestra especial inclinación a la actividad cultural malagueña para convertirse en referente útil de compañías y bandas locales. Y allí estaremos para disfrutarlo.