La bailaora Cristina Hoyos recibió ayer en el Ayuntamiento de París la Medalla de la Ciudad, una distinción que para la artista sevillana sella "el flechazo" que sintió desde la primera vez que piso sus calles. Acompañada de familiares y amigos, Hoyos agradeció este galardón, que le entregó la teniente alcalde, Anne Hidalgo, y relató cómo surgió su bonita "historia de amor correspondida" con París. "Tengo un hada madrina que siempre me concedió deseos y me ha colmado de regalos" y el de París fue uno de ellos, narró la bailaora en la fábula que utilizó para agradecer el reconocimiento, que es la más alta distinción que otorga la ciudad. El primer "regalo", contó, fue en 1969 cuando actuó en el Teatro del Odeón con Antonio Gades, y recibió "bellas críticas". Años más tarde repetiría la experiencia con Gades, y luego con su propia compañía, en el Teatro Chatelet, en el Palacio de Congresos, en el Teatro de París, en la Ópera Garnier o, como en la actualidad, en el Follies Bergère. Escena donde baila hasta el 22 de febrero Romancero Gitano, al frente del Ballet Flamenco de Andalucía.

El Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga ha acogido durante algo más de tres meses, desde 11 de noviembre de 2008 hasta mañana, día de su clausura, la primera exposición sobre el período africano de Miquel Barceló, que ya han visitado más de 40.000 personas. Muchas de las 82 obras que componen la exposición Obra africana se muestran por primera vez y todas ellas tienen como denominador común: la relación que mantiene el artista con África occidental. En contraste con muchos artistas que se han sentido fascinados por la región, lo que atrae a Barceló no es lo exótico del área sino la vida cotidiana de sus habitantes.