El éxito de Ocho apellidos vascos, con 16 millones de euros recaudados en taquilla en tres semanas, lo ha convertido en el actor del momento. Dani Rovira ya ha empezado a recibir ofertas, mientras rueda los últimos capítulos de la serie B&B, e intenta asimilar, entre la incredulidad y la alegría, la catarata de buenas noticias. "Me siento en una especie de Show de Truman, en el que está todo el mundo haciéndolo genial, y en cualquier momento va a salir alguien con un ramo de flores y va a decir: 'Todo esto es un montaje, la película ha ido normal", señaló el actor malagueño, que ha debutado a lo grande en el cine.

La comedia dirigida por Emilio Martínez Lázaro, con guión de Borja Cobeaga y producida por Telecinco, se ha convertido en la primera de la historia del cine en España que aumenta su recaudación durante tres semanas consecutivas. Si sigue así, podría entrar en el olimpo de las más taquilleras del cine español. "Cuando pare y deje de estar en taquilla podremos hacer una reflexión. Ahora no, porque cada día es una noticia nueva de barbaridades, y en mi caso además es mi primera película. Imagínate, estoy que no sé por dónde me viene", afirma el actor al respecto.

Después de las dos semanas de intensa promoción previas al estreno, Rovira se ha "enclaustrado" en su casa. "Llevo dos o tres semanas en las que esa es mi vida: de casa al trabajo y del trabajo a casa. No fui al Festival de Málaga por puro cansancio", señala. Eso sí, por las pocas veces que ha caminado por el centro de Madrid, adivina la que se le viene encima. "Me siento observado por todo el mundo, y eso me da un poco de acojone. Tengo que empezar a tomar conciencia de que soy el coprotagonista de una de las películas de más éxito en España", señala. "Supongo que algo en mi vida cambiará. Por mi parte no, pero sí que noto que todo el mundo me saluda o quieren hacerse fotos, hay miradas, cuchicheos... Se ha convertido un poco en una psicosis, pero bueno", añade.

La popularidad también se ha dejado notar en las ofertas de trabajo, entre ellas la segunda parte de Ocho apellidos vascos o una posible comedia romántica con María Ripoll. "Es obvio que después del estreno, del fenómeno que está siendo la película y del escaparate que está siendo para mi B&B, me están llegando muchas ofertas, pero estamos esperando a que pase un poco todo para sentarnos y hablar. Sí que hay un proyecto de comedia con Ripoll, pero es que estoy en un momento de limbo ahora, no me aventuro", explica.

Sobre la segunda parte de Ocho apellidos, insiste en que "hay que ser cautos". "Espero repetir, no solo yo sino el elenco entero, pero bueno aún no hay nada firmado, los guionistas están empezando a trabajar y hay que ir paso a paso. Aún no sabemos por donde pueden ir los tiros", apunta.

En cuanto a la serie de televisión B&B, en la que comparte protagonismo con Belén Rueda y Gonzalo de Castro, entre otros, se muestra confiado en que haya una segunda temporada. "La serie está gustando, aunque es verdad que las audiencias están costando un poco. Pero yo creo que sí, esperemos que haya una segunda temporada. A veces las series no arrancan con un pelotazo pero si vas consiguiendo la confianza del público y de la cadena, pueden terminar afianzándose".