Cultura

Descubren una necrópolis medieval en Ronda que podría datar del siglo XII

  • Unas obras para construir un restaurante han dejado al descubierto 16 enterramientos que contienen algunos cuerpos en buen estado, así como cerámicas y muros

Las obras que se están realizando en un solar situado junto a Ruedo Alameda, plaza situada en el Barrio de San Francisco de Ronda, han dejado a la luz una necrópolis medieval que los primeros indicios situarían entre los siglos IX y X, algo que parece confirmar la cerámica a torneta de esa época, aunque deberá ser confirmado por el correspondiente estudio final. Hasta el momento se han identificado un total de 16 enterramientos, cerámicas y muros, que podrían constituir el enterramiento más antiguo que hasta el momento se ha encontrado en la ciudad del Tajo, aunque ya se conocía que en la zona existían enterramientos de época árabe. Este hallazgo se cree que forma parte de la maqbara de la antigua Medinat Runda, que era el nombre con el que era conocida la ciudad en aquella época.

Los trabajos arqueológicos que se están realizando han encontrado en algunas de las tumbas cuerpos prácticamente completos, además de existir enterramientos de diferentes tamaños, algunos de ellos claramente destinados para niños. Además, también cuenta con la peculiaridad de que existen cuerpos que están orientados al este y otros al sureste, lo que llevan a pensar a los expertos a que esta necrópolis podría situarse en la época emiral-califal de Ronda. Un momento de la historia en el que el rito de enterramiento maliki todavía no estaba totalmente generalizado. No obstante, todo deberá ser corroborado por un estudio posterior y de las cerámicas que fueron encontradas en el solar, que tiene unas dimensiones de unos 90 metros cuadrados.

En los enterramientos se localizaron hasta el momento dos tipos de tumbas diferentes: una de ellas con lajas de piedras en vertical y cubierta de ladrillo y otras que tienen cubierta de mampostería de piedra sin trabajar. Además, en cuanto a los muros localizados, se cree que pueden formar parte de la delimitación de mausoleos familiares, contando con una "especie de empedrado" que podría haber sido utilizado para realizar las visitas de las tumbas de los familiares.

De momento, los trabajos arqueológicos continúan en la zona y se espera que se prolonguen durante unas dos semanas, teniendo que proceder a la retirada de los cuerpos localizados. Unos restos que serán depositados provisionalmente en el museo municipal y que posteriormente serán trasladados hasta el museo provincial, como se establece por resolución de Cultura. Una vez completado este proceso, deberá ser la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía la que decida sobre el futuro de los restos localizados y si deben recibir algún tipo de protección o conservación.

El descubrimiento de esta necrópolis ha sido posible gracias a las obras que el propietario del inmueble inició para la construcción de un restaurante, aunque al tratarse de una zona del casco histórico es preceptiva la realización de una excavación arqueológica. Raúl Hoyos, arqueólogo encargado de los trabajos, explicó que ya se pensaba que pudiesen aparecer este tipo de restos, aunque quedaba la duda del estado en el que pudiesen encontrarse, tanto por el paso del tiempo como por las acciones constructivas que se habían realizado anteriormente, al ser una zona que no dejó se estar habitada.

Por su parte, la delegada municipal de Patrimonio Histórico Cultural, Francisca González, señaló que "este descubrimiento es una muestra de la gran riqueza del legado histórico de la ciudad, que no solo se encuentra en los monumentos, sino que, como en este caso, aún permanece oculto".

No es la primera vez que esta zona de la ciudad, situada muy cerca de las murallas rondeñas, aparecen restos de enterramientos. El propio Hoyos había dirigido otros trabajos en calles próximas en las que se encontraron también algunas tumbas, a los que se suman los encontrados por otros compañeros del arqueólogo.

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