'The Disaster Artist', de James Franco, se alza con la Concha de Oro
Glenn Close cerró ayer el Festival de San Sebastián con la presentación de la cinta 'La buena esposa', del sueco Björn Runge

San sebastián/El 65 Festival de Cine de San Sebastián concedió anoche la Concha de Oro a la comedia de James Franco The Disaster Artist, un homenaje al estrafalario artista Tommy Wisau, creador de la mítica The Room, conocida como "la peor película del mundo".
"En estos tiempos de locura espero que sirva para poner un poco de luz e inspiración", dijo Franco en el escenario del Kursaal al recoger el premio, que agradeció en castellano y en euskera. "Todos estamos locos y tenemos grandes sueños", añadió. Franco, que también protagoniza la película, aseguró que nunca olvidará su paso por San Sebastián, entre otras cosas porque tuvo que pasar la noche previa en el hospital acompañando a su novia, que tuvo "un problema".
El protagonista de The Disaster Artist es un remedo casi perfecto del desconocido empresario, que rodó la película de su vida con la idea de pasar a la posteridad como un gran intelectual; pero el resultado, The Room, fue una pantomima que, con los años, se ha convertido en película de culto para cinéfilos. Basada en una novela escrita por Greg Sestero, el amigo de Wisau que dio alas a sus sueños y que en la cinta interpreta su hermano Dave, la película cuenta también la intrahistoria de la industria americana de finales del siglo XX, narrada a través de unas personas que funcionaban al margen de Hollywood.
Franco ha conseguido plasmar en la película la profunda relación de amistad que unía a estos dos hombres, al tiempo que realiza una declaración de amor al cine. Estrenada en 2003, dirigida, escrita, producida y protagonizada Tommy Wiseau, TheRoom no pasó de los 1.800 dólares de recaudación, a pesar de que el misterioso empresario gastó cerca de seis millones en rodarla; su intención era que llegase a los Oscar.
Catorce años después, la cinta sigue en los cines y lleva ya más de diez millones recaudados y, de momento, quien atesora premios es la reinvención de James Franco, que también ayer se llevó el premio de los informadores de cine de España, el Feroz Zinemaldia.
El certamen, en el que la película Handia de los directores vascos Aitor Arregi y Jon Garaño obtuvo el Premio Especial del Jurado, se clausuró con La buena esposa, portagoniza por Glenn Close. La película, en la que también participa su hija, Annie Starke, está dirigida por el sueco Björn Runge.
El largometraje trata de una mujer de talento que sacrificó todo por la carrera de su esposo y antiguo profesor, Joseph Castleman, un escritor al que otorgan el Premio Nobel de Literatura y al que da vida Jonathan Pryce.
Los secretos y conflictos que arrastró esa renuncia, guardados hasta ese momento a buen recaudo, afloran en Estocolmo, cuando el matrimonio viaja a recoger el Nobel junto a su hijo mayor, interpretado por Max Irons.
El hijo de Jeremy Irons desarrolla un papel de mayor relevancia que el que tiene en la novela homónima de la neoyorquina Meg Wolitzer, en el que esta basado este proyecto, al que se ha sumado también Christian Slater, en la piel de un insistente periodista que quiere escribir una autobiografía de Castleman y que los sigue a la capital sueca.
"Entiendo muy bien al personaje, podría ser mi madre. Entiendo la dinámica de esa mujer que esconde su talento natural. Es un reto poder mostrar la complejidad de esa relación, mostrar qué es eso que hace que ella no le abandone", aseguró. Madre e hija trabajaron juntas para crear a sus personajes de "arriba a abajo".
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