firmado mister j. por J. Fernández

Érase una vez en Krypton

  • La miniserie 'El hombre de acero' reúne en su primer volumen siete tebeos que merecen el calificativo de históricos, realizados por John Byrne

Ya sabrán que hace más o menos un mes que Superman cumplió 75 años. El personaje vio la luz en el número 1 de la cabecera Action Comics, publicado en abril de 1938 con fecha de portada de junio. Lo crearon unos jóvenes Jerry Siegel y Joe Shuster, que tomaron quizá el nombre del anuncio de una novela de Doc Savage: Superman. Doc Savage - man of Master Mind and Body (Superhombre. Doc Savage: hombre de cuerpo y mente maestra). Siegel y Shuster no hicieron sino sublimar el deseo contemporáneo de destacarse en el seno de una sociedad alienante. Así, Superman puede leerse como un signo más de los albores de la sociedad industrial, y pertenece a la misma familia que todos los héroes, antihéroes y justicieros que le precedieron en las páginas de la literatura pulp, adalides del individualismo. A diferencia de la mayoría de ellos, pulsó la tecla adecuada, causó sensación desde su propio alumbramiento y se insertó en el imaginario colectivo, de tal modo que, siete décadas y media después, sigue siendo una mina de oro. Como escribió Ray Bradbury: "Superman cayó del cielo. ¿Por qué le dimos la bienvenida? Porque Superman es nosotros, y nosotros somos Superman. (…) Superman es el fruto de todo lo que éramos y somos desde que los luditas irrumpieron en las fábricas escocesas hace 175 años para aporrear las máquinas que los dejaban sin trabajo".

Mes tras mes, tebeo tras tebeo, Superman no ha faltado nunca a su cita con los lectores, y son ya tantas las páginas impresas que el mero recuento de sus hazañas resulta confuso y contradictorio. Es por eso -y por motivos comerciales, no olvidemos que la cultura popular es ante todo negocio- que la editorial neoyorkina DC, gestora de los derechos de reproducción del personaje desde el principio, se ha sacado de la manga varios reinicios -borrón y cuenta nueva- que han permitido a distintas generaciones acercarse por primera vez al icono. Quizá el más sonado de estos remozados sucedió en 1986, poco antes del cincuentenario del personaje. Lo efectuó uno de los artistas más reputados del negocio, John Byrne (West Bronwich, 1950), aventajado seguidor de la estética y la narrativa de Jack Kirby, que ya había demostrado sobradamente su capacidad de conectar con el público a finales de la década de los 70 en X-Men, junto al guionista Chris Claremont.

Byrne acudió al llamado de DC con entusiasmo, analizó la larga historia del Hombre de Acero, escogió los aspectos que consideraba fundamentales -tomados de los cómics, pero también de la película de Richard Donner o de la serie de televisión de George Reeves- y propuso un nuevo y moderno Superman en la miniserie The Man of Steel, alabada por crítica y público. Después vendrían una nutrida sucesión de episodios en las series Superman y Action Comics. El primer volumen de los recopilatorios de esta larga etapa editados por ECC contiene precisamente la citada miniserie y el número 1 de Superman, siete tebeos que merecen el calificativo de históricos. Son tebeos estupendos, una fenomenal puerta de entrada a la leyenda viva del Hombre de Acero.

John Byrne. ECC. 192 páginas. 19,50 euros.

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