Todo está listo para la primera escena del cortometraje Caen piedras del cielo. Cámaras, escenografía, planos y equipo técnico. Sólo falta que Estrella Morente se caracterice como una mujer soltera y embarazada de los años 70. Mientras el equipo de rodaje espera, Rafael Robles Rafatal cuenta que el plano inicial del filme es un barrido vertical en la entrada de la Térmica, mientras que Luz, la protagonista, recoge dos cubos de agua de la fuente principal.

El centro cultural La Térmica acoge estos días el rodaje del último cortometraje de Rafatal. Ayer fueron cuatro horas de rodaje, pero normalmente son jornadas de siete y nueve horas diarias trabajando. Según explicó el cineasta malagueño, el domingo se grabó el parto "doloroso" de Luz, el momento en el que rompe aguas mientras friega con sus propias manos los suelos del pasillo del hospital; unas de las escenas más emotivas y más llenas de fuerza. "Fue un rodaje nocturno, ambientado con tormenta, lluvia y con la luz de la luna", recalcó el guionista y director .

Como si de un hospital religioso se tratara, el Centro Cívico está siendo lo que esperaba el equipo de Caen piedras del cielo. "Ningún cambio de última hora, todo lo que esperábamos del lugar lo tenemos", afirma. Ayer además de la grabación de la primera escena del filme se rodó el falseo de manos con la abuela de la pareja de Rafatal, Antonina Pompilia. Unos minutos de protagonismo para simular que las manos de Pompilia son las manos envejecidas de la protagonista Estrella Morente.

Cada una de las escenas de la obra, cuentan la historia de una joven andaluza que trabaja limpiando en un hospital regentado por religiosas, monjas como son Terele Pávez (madre superiora) y Laura Baena (sor Caridad). Son los años 70 en España, Luz está embarazada siendo soltera, lo que le produce vivir una serie de desencuentros, pérdidas y separaciones provocados por el entorno y por las convicciones de ella misma y de la madre superiora.

Hoy el elenco artístico junto con los más de 40 profesionales se trasladarán a la casa de campo situada en la carretera de Colmenar, en los montes de Málaga. Un escenario donde sólo se grabarán algunas de las escenas, ya que la totalidad del cortometraje está previsto rodarse en el centro multidisciplinar cultural situado en la avenida los Guindos.

Durante este semana terminará la grabación de esta nueva aventura fílmica del cineasta malagueño. Tras la sesión de edición y la inclusión de la música, creada por Ignacio Moniche, que ya ha trabajado anteriormente con el cineasta, será el momento, según Rafatal, de intentar fascinar al público que lo vea con la presentación del filme en diferentes festivales, que darán "prestigio y fuerza" a todo el trabajo realizado durante cinco días de rodaje y muchos días de ensayos en los que Estrella se está reiventando.