Museo Carmen Thyssen

La exposición de Toulouse-Lautrec en el Museo Carmen Thyssen se amplía hasta el 13 de septiembre

  • El centro reúne en su Sala Noble los 39 dibujos del artista francés en torno al mundo del circo, editados en dos volúmenes entre 1905 y 1931

'Chocolat', una de las láminas de Toulouse-Lautrec que pueden verse en la exposición.

'Chocolat', una de las láminas de Toulouse-Lautrec que pueden verse en la exposición. / Museo Carmen Thyssen

Después de dos largos meses confinada en la Sala Noble del Museo Carmen Thyssen Málaga, la exposición Toulouse-Lautrec y el circo, que da buena cuenta de los recuerdos del artista de los circos parisinos, vuelve a mostrarse al público y se amplía hasta el próximo 13 de septiembre.

Por una de esas extraordinarias casualidades de la historia, fue precisamente en un confinamiento forzoso en un sanatorio, hace 121 años, entre febrero y mayo de 1899, cuando Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) dibujó de memoria treinta y nueve escenas inspiradas por los espectáculos del Nouveau Cirque y el circo Fernando/Medrano que había frecuentado en París en los años anteriores. Inmerso en la vida bohemia y nocturna de la capital francesa, Lautrec, un aristócrata de provincias aquejado de una enfermedad congénita que le obligó a guardar numerosas convalecencias en su corta vida, fue el principal publicista de los entretenimientos más populares del fin-de-siècle, de los cafés cantantes, cabarés y, por supuesto, los circos. Tras su temprano fallecimiento, los dibujos realizados en la clínica de Neuilly fueron editados, a instancias de su amigo de la infancia y albacea testamentario Maurice Joyant, en dos álbumes, en 1905 y 1931, reproducidos con la técnica de la goma bicromatada o foto-aguatinta, que son los que pueden verse en el Museo Carmen Thyssen, según recordaron fuentes del centro.

Estas láminas sorprenden por la certeza del trazo de un artista en sus horas crepusculares, por la vivacidad del recuerdo que las alimentó, por su modernidad en el uso de colores planos y por la sensación de ser un espectáculo que se ofrece privadamente al espectador, que observa, desde las gradas vacías, a pie de pista o entre bambalinas, los ensayos y rutinas de trapecistas, acróbatas, payasos, domadores y jinetes y amazonas.

La exposición cuenta con el patrocinio del despacho de abogados Daniel Pastor a través de la marca Iuris Cátedra. Abogados, Economistas y Auditores, tras la renovación del acuerdo alcanzado entre ambas entidades con el objetivo de apoyar y difundir la cultura.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios