Fallece el poeta Carlos Bousoño, dueño del archivo de Vicente Aleixandre

El Premio Príncipe de Asturias murió el viernes, menos de dos años después de que el Tribunal Supremo lo confirmara como propietario del legado que quiso adquirir la Diputación de Málaga

Salvador Pendón (entonces presidente de la Diputación), Carlos Bousoño, Rosa Torres (entonces consejera de Cultura) y Ruth Bousoño, en octubre de 2007.
Salvador Pendón (entonces presidente de la Diputación), Carlos Bousoño, Rosa Torres (entonces consejera de Cultura) y Ruth Bousoño, en octubre de 2007.
P. Bujalance · Agencias Málaga

26 de octubre 2015 - 05:00

Fue el 4 de octubre de 2007 cuando se anunció la adquisición del archivo del Premio Nobel Vicente Aleixandre a sus propietarios, el poeta Carlos Bousoño y su esposa Ruth, para su incorporación a los fondos del Centro Cultural de la Generación del 27 en Málaga. La Junta de Andalucía y la Diputación Provincial pusieron sobre la mesa los cinco millones de euros que el matrimonio reclamó a cambio del legado (con abundante documentación, epístolas, primeras ediciones y numerosos artículos relacionados no sólo con Aleixandre, sino con toda la Generación del 27 y con los grandes poetas españoles del siglo XX). Sin embargo, lo que parecía la culminación feliz de un proyecto, rúbrica mediante, sólo constituyó el primer episodio de una tormenta en la que se cruzaron no pocas denuncias, reproches, algunas incompetencias, amenazas y una resolución desoladora. Ya poco después del cierre del acuerdo, el propio interventor de la Diputación emitió un informe sembrado de dudas sobre la operación por cuanto Vicente Aleixandre no había señalado un heredero concreto respecto a sus archivos, si bien Bousoño siempre se reivindicó como propietario legítimo por expreso deseo del autor de Espadas como labios; y en virtud de tal potestad los custodiaba, de hecho, desde la muerte del escritor sevillano en 1984. En el mismo 2007, Amaya Aleixandre, sobrina del Nobel, demandó a Carlos y Ruth Bousoño, se proclamó heredera del poeta y reclamó tanto el archivo como otros bienes de su tío. La denuncia, finalmente, paralizó el proyecto y la Diputación renunció a seguir adelante con la operación, a pesar de lo suscrito y del importe comprometido. En 2011, la Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso presentado por Amaya Aleixandre y ratificó a Carlos y Ruth Bousoño como dueños del archivo. El litigio, no obstante, no concluyó hasta que, finalmente, en enero de 2014, el Tribunal Supremo se pronunció en el mismo sentido. Pero para entonces ya era demasiado tarde: después de un cambio de Gobierno y de una crisis que había mermado su capacidad de acción, la Diputación desistió de aprovechar el despeje legal favorable a su primera intención. El pasado viernes se produjo un nuevo final añadido al proceso con la muerte del propio Carlos Bousoño, poeta fundamental del último medio siglo de la literatura española y académico de la RAE, en Madrid, a los 92 años. Sus restos serán incinerados hoy en el cementerio de La Almudena.

Nacido en Boal (Asturias) el 9 de mayo de 1923, Bousoño fue Premio Nacional de Poesía en 1990 y finalista al Premio Cervantes el año 2000. Desde 1979 era miembro de la Real Academia Española, donde ocupaba el sillón M, y además de poeta fue filólogo, escritor, ensayista, crítico literario y profesor universitario en Estados Unidos y en la Universidad Complutense de Madrid. La obra poética de Bousoño, considerado un estudioso del simbolismo en la poesía, se conoció en 1945 con la publicación del libro Subida al amor, al que siguieron otros títulos hasta que en 1968 Oda en la ceniza le llevó a ganar el Premio de la Crítica, que volvería a conseguir con Las monedas contra la losa, en 1974. El poeta asturiano publicó la recopilación de gran parte de su obra en Poesías completas (1960), Antología poética. 1945-73 (1976) y Selección de mis versos (1982). Cultivó la poesía existencialista frente a algunos de sus coetáneos que se inclinaron por la de corte social y formó parte de la primera generación poética española de la postguerra. Con El símbolo (1976), obtuvo el Premio Nacional de Literatura de Ensayo en 1978, y en 1990 ganó el Nacional de Poesía, que por Metáfora del Desafuero. Tres años después fue galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas y el 28 de abril de 1995 logró el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, al que fue candidato y finalista los cuatro años anteriores.

stats