EXPOSICIÓN

Familia Domínguez, tradición de la luthería

  • El Mimma exhibe en una muestra el legado de los constructores malagueños de guitarras entre 1883 y 1999

El Museo Interactivo de la Música Málaga (MIMMA) exhibe desde ayer instrumentos, herramientas, documentos y plantillas de Francisco y José Domínguez, padre e hijo y maestros luthieres ambos, continuadores de la legendaria Casa Lorca. La exposición temporal El Legado de la Familia Domínguez. Constructores malagueños de guitarras. 1883-1999 fue inaugurada por la concejala de Cultura, Gemma del Corral, y el director del Mimma, Miguel Ángel Píedrola, con presencia de la familia Domínguez y el artista Eugenio Chicano, cliente y amigo del menor de la saga.

El taller de Francisco Domínguez Valderrama y más tarde de José Domínguez García, padre e hijo, fue el único y último taller que enlazó con la verdadera escuela malagueña, la cual se remonta al siglo XVII. Ellos fueron los genuinos continuadores de la tradición de la legendaria Casa Lorca, cuyos secretos mantuvieron vivos en forma de guitarras que recorrieron el mundo. La muestra ha sido comisariada por Sandra Valenzuela.

Entre los instrumentos, herramientas, documentos y plantillas originales exhibidas destaca una vieja garlopa, un cepillo de carpintero largo y con mango. La madera de esta herramienta que pasó de padre a hijo proviene de los restos de la fragata alemana Gneisenau, que naufragó en el puerto de Málaga en diciembre de 1900. Además, también se proyecta un fragmento de la película que Jorge Disdier y Miguel Ángel Piédrola Orta rodaron en 1982, en el que se ve a José Domínguez trabajando en una guitarra.

Del taller de los Domínguez salieron guitarras, bandurrias y laúdes para Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia, Marruecos, Bélgica, Venezuela, Suecia… Así se comprueba en la correspondencia que recoge también esta exposción. Además, en los libros de encargo se encuentra la propia historia del taller desde 1925 hasta 1989. Sabemos quién les encargó guitarras y por cuánto. Como el célebre guitarrista malagueño Celedonio Romero a Francisco Domínguez en septiembre de 1929. O el artista Eugenio Chicano a José Domínguez desde su residencia en Verona. También se comprueba el cambio en los precios: de las 20 pesetas de una guitarra en 1925 a las 150.000 pesetas de una guitarra de palo santo en 1989.

Francisco Domínguez Valderrama (1883-1957) entró a trabajar en la guitarrería de Lorca Pino con 7 años. Allí le transmitieron los secretos de la construcción de la guitarra según la tradición malagueña. En 1923, se independizó y montó su propio taller. Su hijo continuó el oficio de su padre desde muy pequeño, el cual compaginó con el de bandurrista, lo que le permitió viajar por el mundo tocando con diversas agrupaciones.

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