Fernando Sánchez Gómez analiza las claves periodísticas de Manuel Alcántara
El investigador y crítico gastronómico presentó ayer su libro 'Manuel Alcántara, el último columnista diario', en el que analiza 1.800 artículos
Con la intención de "poner un granito de arena a todas las investigaciones ya realizadas sobre el autor más leído en la prensa española", el escritor, investigador y crítico gastronómico malagueño Fernando Sánchez Gómez, doctor en Ciencias Sociales y de la Comunicación por la Universidad del País Vasco, presentó ayer en Málaga su libro Manuel Alcántara, el último columnista diario, en compañía del mismo articulista y poeta. Este ensayo, tal y como explicó su autor, contiene un análisis pormenorizado de unas 1.800 columnas publicadas entre 1983 y 2015, principalmente en Sur y en El Correo, "lo que representa únicamente el 10% de su producción pero que resulta suficiente para estudiar a fondo al último columnista diario del periodismo español". El libro presenta fragmentos de estas columnas, en ocasiones reproducidas al completo, distribuidos por áreas temáticas para la atención a asuntos tan diversos como el propio periodismo, Dios, la muerte, los asuntos de actualidad, la política y la gastronomía, un contenido con el que Sánchez Gómez, autor del volumen La cocina de la crítica. Historia, teoría y prática de la crítica gastronómica como género periodístico (reconocido con el Premio Euskadi de Gastronomía y el Premio de Literatura Gastronómica de la Academia Internacional de Gastronomía en 2014), se muestra singularmente sensible. Eso sí, en todo caso y para cada una de estas cuestiones, advierte el autor, "Manuel Alcántara huye de la equidistancia y toma partido de manera consecuente".
Por su parte, el propio Manuel Alcántara se mostró encantado con seguir siendo objeto de investigación "ahora que mis 88 años están al caer, o más bien al desplomarse". El columnista admitió respecto a su ejercicio del oficio que escribe "mucho, tal vez demasiado. Soy mucho mejor lector que escritor. Pero es curioso que yo, que nunca he sido el primero en nada, ahora sea el último columnista. Lo importante es ocupar alguna plaza".
Como se esperaba, Alcántara brindó su particular lección respecto a su trabajo: "El periodismo no es un carrera de caballos, sino una servidumbre. No se trata de llegar el primero a ninguna parte, sino de llegar con una mirada propia al mundo, un mundo que nunca ha terminado de ir bien". Su mérito, apuntó, "es el de la tenacidad, si es que he podido tener alguno. La obligación se lleva bien si va acompañada de la devoción, y en mi caso es así. El periodista no es más que alguien que se acerca a los acontecimientos diarios, un cantor de lo cotidiano, de las cosas que pasan. Y eso, justamente, soy yo".
Más allá del periodismo, y sus leyes, "la vida es un rato que hay que pasar lo mejor posible. Para conseguirlo disponemos de aliados como la gastronomía y la posibilidad, de vez en cuando, de tomar una copa, aunque mejor si es una detrás de otra".
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