El Festival de Teatro duplica su oferta con 75 funciones y 11 estrenos
'Hécuba' con Concha Velasco, 'Julio César' con Mario Gas y Peris-Mencheta, 'Conversaciones con mamá' con María Galiana y Juan Echanove y 'Los hijos de Kennedy' destacan en el cartel
Casi siempre por estas fechas se presenta en el Teatro Cervantes el Festival de Teatro de Málaga, a celebrar entre enero y febrero, y cundía ya la costumbre de esperar programaciones adelgazadas y con recortes varios. Sin embargo, el contenido de la edición número 31, que se presentó ayer y que se celebrará del 9 de enero al 16 de febrero, reúne 75 funciones de 27 montajes, de los cuales once son estrenos; cifras que duplican las consignadas en los mismos parámetros durante la pasada edición. El concejal de Cultura, Damián Caneda, señaló que la inversión municipal será similar a la de la última partida, de unos 80.000 euros, si bien lo que permitirá cerrar el presupuesto con tan escaso gasta serán las contrataciones a taquilla. De este dato se deduce que, en un panorama cultural asfixiado por el IVA cultural y la caída de públicos, los procedimientos a taquilla son cada vez más aceptados en el teatro español, incluso entre quienes hasta hace poco se negaban a trabajar sin caché. Además, frente a la política del precio único aplicada en el Cervantes en la pasada edición, en esta ocasión se ha optado por la diversificación (siempre de acuerdo con las compañías, según apuntó ayer la gerente, Charo Ema), por lo que las entradas ya están a la venta con precios que oscilan desde los 6 hasta los 27 euros (con la excepción del musical Grease, cuyas seis funciones ya habían sido anunciadas y para el que las localidades cuestan entre 16 y 54 euros). En el Teatro Echegaray, los precios se mantienen entre los 12 y los 20 euros, mientras que en las actividades programadas para el Museo Interactivo de la Música y el Museo del Vino, que se incorporan como espacios escénicos, la tarifa se fija en 12 euros. Además, el Teatro Cervantes pone a disposición del público diversos bonos de ahorro. El objetivo es, en cualquier caso, que la gente acuda al teatro. Y hay motivos de sobra.
En cuanto a la programación, el regusto clásico acuñado en la anterior edición aquí se multiplica. Dos de los montajes más atractivos que podrán verse en el Teatro Cervantes ganaron amplia atención en la última convocatoria del Festival de Teatro de Mérida: el Julio César de Shakespeare, en una versión dirigida por Paco Azorín y protagonizada por Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta y Tristán Ulloa (15 de enero); y la Hécuba de Eurípides, dirigida por José Carlos Plaza con versión de Juan Mayorga y protagonizada por Concha Velasco, José Pedro Carrión y Juan Gea (25 y 26 de enero). Del Festival de Almagro llega otro Shakespeare (aunque sea de manera tangencial), Tomás Moro, una utopía, dirigida por Tamzin Townsend (21 y 22 de enero). La compañía Nacional de Teatro Clásico se alía con Uroc Teatro para Otro gran Teatro del Mundo, lectura del tótem calderoniano dirigida por Olga Margalla en clave musical y familiar (19 de enero). Y Lope de Vega se cuela con El caballero de Olmedo protagonizado por Javier Veiga y Marta Hazas (30 y 31 de enero). Por lo demás, la propuesta del Cervantes vuelve a adquirir la fórmula de temporada concentrada, con algunos de los mayores éxitos del teatro español en el último curso: ahí están Juan Echanove y María Galiana en Conversaciones con mamá (1 y 2 de febrero), el reparto estelar (Maribel Verdú, Emma Suárez, Ariadna Gil y Fernando Cayo) que reúne José María Pou para Los hijos de Kennedy de Robert Patrick (17 y 18 de enero), Fran Perea y Manuela Velasco en Feeelgood (16 de enero), Juan Artero y Sara Casasnovas en Paradero desconocido (23 y 24 de enero), otra aportación de Mario Gas (esta vez como director, y con Miguel Ángel Solá como protagonista) en El veneno del teatro (29 de enero) y el citado musical Grease (del 6 al 10 de febrero). Sin la presencia internacional contada en ediciones no muy remotas, el Cervantes completa al menos una agenda apretada y atractiva para gustos diversos. Que no es poco.
El Echegaray dedica parte de su programación al teatro malagueño y a formatos más íntimos. Quizá lo más atractivo venga de la mano del nuevo montaje de ¡Ay, Carmela! de Sanchis Sinisterra protagonizado por Elisa Matilla y Daniel Albadalejo (17 y 19 de enero), La anarquista de David Mamet en una producción del Teatro Español con Magüi Mira y Ana Wagener (del 21 al 23 de enero), Petit Pierre con Adriana Ozores dirigida por Carles Alfaro (24 y 25 de enero) y el programa doble que la compañía Rakatá dedica a Lope de Vega, con El perro del hortelano (del 5 al 9 de febrero) y El castigo sin venganza) del 13 al 16 de febrero. Por lo demás, el teatro en serie debuta con Nighshot, tres capítulos facturados por Nacho Albert y Paco Bernal y protagonizados por Virginia Nölting, Mel Rocher e Irene Sánchez (del 9 de enero hasta el 21 de marzo, con repeticiones para rezagados en el Centro Cultural Provincial); el debut de Nuria Fergó en el teatro con Lucía, la maga, un musical familiar dirigido por Norberto Rizzo (del 10 al 12 de enero); la contribución de A Telón Cerrado con dos piezas breves de inspiración clásica, Afrodita y Helena de Troya, escritas por Laura Benavides y Aurora Mateos y dirigidas por Maite Serrrano (13 de enero); el regreso de la deliciosa y muy recomendable comedia de Vil Teatro 1 de septiembre, escrita y dirigida por Ery Nízar y protagonizada por Laura Vil y Jose Vera (14 de enero); el espectáculo de danza con música en directo Azul en verde (15 de enero); el Vodevil roto de Vicente Carlos Luque (16 de enero); el musical Barrio de la Paz que ha unido a Javier Ojeda y Caramala (con seis funciones del 27 de enero al 1 de febrero); y la obra de danza teatro Exit que comparten Alberto Cortés de Bajotierra y Rebeca Carrera (10 de febrero).
En cuanto a los espacios incorporados al festival por primera vez en esta edición, el Museo del Vino acogerá del 17 de enero al 8 de febrero 12 funciones de un espectáculo muy apropiado: Oh vino, de La Líquida, una propuesta protagonizada por David García-Intriago que incluye catas de caldos con Denominación de Origen a mayor salud de Dioniso. El Museo Interactivo de la Música, por su parte, acogerá el 23 de enero otra propuesta de Vil Teatro idónea para la nueva edición del festival: el Hamlet de Shakespeare con versión y dirección de Ery Nízar, en el que la compañía recurre a los títeres y al teatro de objetos para demostrar que algo sigue oliendo a podrido en Dinamarca. Además, en el mismo recinto, con capacidad para unos 80 espectadores, A Telón Cerrado celebrará su nuevo ciclo de lecturas dramatizadas, con dos nuevas piezas: El mejor de los nuestros, de Aurora Mateos, con Macarena Pérez Bravo, Rafael Castillo Romero y Mel Rocher y dirigida por Mercedes León (20 de enero); y El visitante, de Carlos Torres Montañés y Yolanda Martín Campayo, con Pepa Acosta, Asun Ayllón, Manolo Salas, Fernando Jiménez y Luis Centeno y dirigida por Paco Bernal.
Este menú debería resultar suficiente para superar la cifra cercana a los 11.000 espectadores que se contabilizó en la pasada edición del festival, con una ocupación del 81% y 2.000 espectadores menos respecto a la edición de 2012. La ciudad mantiene su relación de amor y odio con el teatro, en una época álgida en cuanto a creación y marcada a fuego por el empeño en devolver al teatro el público perdido. Ya va siendo hora.
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