El Festival de Venecia cumple 70 años
El certamen internacional más veterano convoca desde mañana a Garrel, Frears, Gilliam, Dolan, Morris, Ming-Liang o Miyazaki, y rinde homenaje a un William Friedkin renacido de sus cenizas
Con la cada vez más alargada sombra de Toronto (TIFF) sobre su horizonte de canales y esplendorosa decadencia, el Festival de Venecia celebra desde mañana hasta el 7 de septiembre su 70 aniversario con una edición que vuelve a convocar en el Lido, además de al inevitable y sospechosamente siempre sonriente George Clooney, que presenta fuera de concurso Gravity, cinta de ciencia-ficción espacial dirigida por Alfonso Cuarón, a algunos pesos pesados del orbe autorial mundial en su selecta sección oficial.
El francés Philippe Garrel (La jalousie) lidera una nómina de directores que también incluye a los británicos Stephen Frears (Philomena), Terry William (The Zero Theorem) y Jonathan Glazer, que regresa tras aquella brillante y turbadora Reencarnación con Under the skin, protagonizada por Scarlett Johanson, al prolífico wunderkind canadiense Xavier Dolan (Tom à la ferme), al actor James Franco, que debuta en el dirección con Child of God, basada en la novela de Cormac McCarthy, al gran documentalista Errol Morris, que sigue acercándose a figuras controvertidas de la política norteamericana en su retrato de Donald Rumsfeld (The unknown known), a los también norteamericanos Kelly Reichardt (Night moves), Peter Landesman (Parkland) y David Gordon Green, que presentará Joe USA, con Nicolas Cage (!), apenas unos meses después de Prince Avalanche, al siempre esperado taiwanés Tsai Ming Liang (Stray Dogs), y, prolongando una gozosa tradición iniciada por la Berlinale allá por 2002 con el Oso de Oro para El viaje de Chihiro, el nuevo largometraje del maestro japonés de la animación Hayao Miyazaki (El viento se alza), el único que, por el momento, parece poder competir en igualdad de condiciones con la ficción tradicional o el documental en los festivales de categoría A.
Competirán también en oficial otros autores ilustres como el israelí Amos Gitai (Ana Arabia), a quien acompañan en la lucha por el León de Oro el argelino Merzak Allouache (Es-Estouth), Alexandros Avranas (Miss Violence), nuevo nombre a seguir de la nueva hornada del cine griego, el australiano John Curran (Tracks), el alemán Philip Gröning (Die frau des polizisten), y, como no podía ser de otra forma, los habituales representantes italianos, con el veterano Gianni Amelio (L'Intrepido) al frente de una nómina local que incluye también a Emma Dante (Via Castellana bandiera) y al documentalista Gianfranco Rosi (Sacro gra).
Cada una de sus películas será escrutada por un jurado presidido por el renacido Bernardo Bertolucci y en el que también estarán Andrea Arnold, Pablo Larraín, el músico Ryuichi Sakamoto, Renato Berta, Jian Weng, Martina Gedeck y las actrices Carrie Fisher y Virginie Ledoyen.
Ni rastro del cine español en una Sección Oficial que, salvo la excepción de Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia, en 2010, mantiene su tradicional desencuentro con Venecia sea quien sea su responsable artístico (antes Marco Muller, ahora Alberto Barbera). Hay que buscar con lupa para encontrar el cortometraje La gallina, de Manel Raga, en la sección Orizzonti, única representación patria en lo que viene siendo un desinterés histórico de los grandes festivales por nuestro cine, que si bien no pasa por su mejor momento social e industrial, sí que acaba de demostrar en Locarno unos estimulantes síntomas de vitalidad creativa, audacia, heterodoxia y sintonía con la contemporaneidad no sólo con Historia de la meva mort, del catalán Albert Serra, premiada con el Pardo di Oro, sino con las propuestas del gallego Lois Patiño (Costa da morte) o con el primer largometraje (El futuro) del miembro del colectivo Los Hijos Luis López Carrasco.
El eclecticismo, la juventud y la diversidad de las propuestas marcan la línea de Orizzonti, donde el jurado que preside Paul Schrader, que también acude a Venecia a presentar su película con Lindsay Lohan, The Canyons, tendrá que lidiar con el debut (Palo Alto, USA) de Gia Coppola, hija de Francis Ford y hermana pequeña de Sophia, y con los nuevos filmes de Ti West (The Sacrament), Sion Sono (Why don't you play in hell), Robin Campillo (Eastern boys), Agnès B. (Je m'apelle Hmmm), Santiago Palavecino (Algunas chicas), David Pablos (La vida después), Lukas Moodysson (We are the best!), Andrea Segre (La prima neve) o Uberto Pasolini (Still life).
Fuera de concurso, además de los filmes de Schrader y Cuarón, podrán verse también el documental de Alex Gibney sobre Lance Armstrong, la nueva película del surcoreano Kim Ki-Duk, Moebius, ganador aquí el año pasado con la controvertida Pietá, Une promesse, del francés Patrice Leconte, el biopic de Lech Walesa que ha dirigido el veterano polaco Andrezj Wajda y los nuevos documentales del maestro Frederick Wiseman (At Berkeley) y del chino solitario Wang Bing (Feng Ai).
Como ya se anunciara hace unos meses, el director norteamericano William Friedkin (El exorcista, French Connection, To live and die in L.A.), renacido de sus cenizas con sus dos últimos y espléndidos trabajos rodados de manera independiente, Bug y Killer Joe, recibirá un más que merecido León de Oro a su trayectoria acompañado de la proyección de la copia restaurada de Sorcerer (1977), una de sus mejores películas.
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