Orquesta Filarmónica de Málaga

Las cuatro orquestas

  • Tribuna de opinión de Manuel Hernández Silva, director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga

Músicos de la OFM, durante un concierto.

Músicos de la OFM, durante un concierto. / Javier Albiñana (Málaga)

Con relación al artículo Las orquestas andaluzas se movilizan contra la “falta de financiación y de futuro”, publicado en Málaga Hoy el pasado 1 de mayo, quería puntualizar lo siguiente: la acuciante situación económica por la que atraviesan las orquestas de Granada y Sevilla hace casi imposible el desarrollo de sus actividades musicales, artísticas, sociales y pedagógicas. Las orquestas de Málaga y Córdoba, a día de hoy saneadas, arrastran el problema de las vacantes en sus plantillas –todas lo tienen–, lo que impide su crecimiento artístico y, además, es una de las causas por la cuales el joven talento marcha fuera. Cuando se dice que “no se puede vender a la Orquesta Joven de Andalucía (OJA) como la joya de la corona, cuando se está mandando al exilio o al paro a cualquier músico”, hay una parte que no hace honor a la verdad, pues ya nos gustaría que efectivamente se presentase a la Joven Orquesta de Andalucía como la joya de la corona, pero la realidad es muy distinta, pues la OJA está dejada de la mano de la Junta, no ahora, sino desde hace mucho tiempo, y ese talento joven, y esto es absolutamente cierto, no tiene posibilidades de trabajar en Andalucía, pues ninguna de las cuatro orquestas convoca sus plazas vacantes desde años.

La Orquesta Filarmónica de Málaga convocó una plaza de ayuda de concertino, que fue la plaza que ganó Marina Peláez, y ahí está el asunto todavía por resolverse, pero la verdad es que todavía quedan muchas plazas por cubrir. A todo esto se le suma que la OFM tiene que desarrollar su actividad diaria en una sede que no reúne los requisitos acústicos, con los problemas para la salud que esto puede suponer, pero lo que no es honesto, y me gustaría aclararlo, es cuando se afirma: “La presencia de directores o de solistas de renombre es casi inexistente. Quieren que seamos los más económicos sin mirar la calidad”, pues se está poniendo en duda a artistas como Javier Perianes, Kun Wo Paik, Gabriela Montero, Yeol Eum Son, Svetlin Rousev, Pacho Flores, María José Montiel, Leticia Moreno, Gerog Mark, Pablo González, Guillermo García Calvo, Perry So, por nombrar a unos pocos; y esto, a mi juicio, resulta algo ofensivo. La OFM, a pesar de la crisis, ha podido traer a estos grandes artistas. Juzguen ustedes mismos. Dicho esto, es imperante que las administraciones tomen las medidas necesarias para acabar de una vez por todas con la profunda crisis de las orquestas de Granada y Sevilla; esto significa, sin lugar a dudas, poner el dinero sobre la mesa. A partir de allí, y solo entonces, se puede comenzar con serenidad a planificar el futuro de nuestras orquestas.

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