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Luis Sánchez-Moliní
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La gran faena instrumentada por Juan Serrano Finito de Córdoba al primer novillo, al que se le concedió el indulto, resultó lo más destacado del festival benéfico celebrado ayer en la localidad sevillana de Los Palacios, que superó, de manera imprevista las tres horas y media de duración.
Después de una prolongada y estética labor, el público pidió el indulto para el novillo de la ganadería de Fuente Ymbro, que fue concedido de forma antirreglamentaria.
Ante la ausencia de cabestros o corrales, el utrero permaneció en el ruedo una hora hasta que pudo ser devuelto al camión de ganado, después de varios intentos en vano para apuntillarlo ante la pasividad de la presidencia y los actuantes.
En el mismo festejo sorprendió, ya en cuanto a lo propiamente taurino la capacidad y el temple del diestro local, Pepe Moral, y destacó igualmente la calidad intermitente del linarense Curro Díaz.
Se lidiaron, por este orden, reses de Fuente Ymbro, que fue bravo y repetidor; un claudicante toraco de Joaquín Barral; un novillo noble de Manolo González; un novillo inválido de José Luis Marca; un sobrero de Villamarta que tampoco sirvió; un serio y noble ejemplar de Torrestrella; y sendos erales de Las Monjas y Manolo González, que se dejaron. Juan Serrano Finito de Córdoba recibió una gran ovación tras indultar a su enemigo, tras una tarde atípica en la que la ganaderá fue protagonista por motivos inesperados.
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