Cultura

Gerardo Ballesteros invoca el misterio de Pessoa en 'Imfausto'

  • Alberto González protagoniza el cortometraje, inspirado en un poema del escritor portugués

Un poema inacabado de Fernando Pessoa titulado Fausto, y a la vez uno de los textos más enigmáticos y próximos al ocultismo del gran escritor portugués, es la materia de la que ha partido el cineasta malagueño Gerardo Ballesteros para su nuevo cortometraje Imfausto, cuyo rodaje terminó hace unos días y que ya se encuentra en fase de montaje. Con la producción de 99 Pasos, el proyecto ha reunido a un equipo de 17 personas y promete convertirse en referente de cuanto puede dar de sí el talento cinematográfico en Málaga. Que no es precisamente poco.

Tal y como informaron ayer fuentes de la productora, el propio Ballesteros (director de documentales como Brinkmann y Paseo por la muerte. Cementerio Inglés, seleccionados en el Festival de Málaga) se ha hecho cargo de la adaptación del poema y del guión. El actor Alberto González, visto en películas como El puente de San Luis Rey, El camino de los ingleses y 23F y en numerosas obras de teatro (como la reciente Contramansedumbre, de Rafael Ballesteros; así como El príncipe tirano, adaptación escénica del mismo poema de Pessoa que dirigió Juan Manuel Hurtado), es el protagonista de esta historia de naturaleza precisamente cercana al teatro que ahonda entre la inteligencia y la vida como entidades antagónicas. El Fausto al que encarna González expone sus inquietudes prácticamente solo ante la cámara, con la excepción de dos personajes que, a la manera de apariciones espectrales, comparecen de manera testimonial.

Imfausto se rodó durante el primer fin de semana de abril íntegramente en la Escuela Andalusí de Málaga, en la calle Sánchez Pastor, en horarios de noche y madrugada, con el fin de "ensanchar aún más el misterio que envuelve a Fernando Pessoa y su obra", según la productora. Los responsables esperan que el resultado final, que tendrá una duración de entre 20 y 30 minutos, tenga su presentación en diversos festivales, y para ello garantizan una abultada presencia en redes sociales y círculos universitarios. Bien merecía Pessoa este envite.

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