El Gobierno liquida el Consorcio para la construcción del Auditorio

El paso definitivo hacia la extinción del proyecto del Auditorio de Málaga llegó ayer de la mano del Gobierno, que anunció la eliminación del Consorcio puesto en marcha para su construcción el 26 de enero de 2007 en aplicación del informe de la Comisión de Reforma de las Administraciones Públicas (CORA). El órgano responsable de la construcción del edificio estaba constituido por el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y los Ministerios de Cultura y Fomento, y desde la fundación del Consorcio todas las partes (salvo Fomento, que contribuía mediante la cesión del suelo) asumían la financiación de la actuación con un reparto que reservaba el 51% al Gobierno, el 24,5% a la Junta y el 24,5% restante al Consistorio. Sin embargo, estrictamente, el único envite materializado por el Consorcio fue la aprobación del proyecto arquitectónico tras el fallo del concurso que ganó en 2009 el diseño presentado por Federico Soriano y Agustín Benedicto. Desde entonces, la imposibilidad de asumir los presupuestos necesarios ha ido retrasando año tras año el comienzo de las obras y finalmente ha dado al traste con la iniciativa.

Desde que en 2004 el proyecto del Auditorio comenzó a hacerse realidad en el papel, el edificio pasó a ser considerado, aunque en el aire, emblema cultural y arquitectónico de la ciudad, especialmente mientras duró la candidatura a la Capitalidad Cultural de Europa en 2016. Su emplazamiento en el Muelle de San Andrés, con una superficie total de 46.000 metros cuadrados y mediante una amplia reordenación urbana de la zona, se consideró una estrategia clave para la capital. Las cifras respecto al coste total de la actuación crecían prácticamente cada mes y la última que se barajó fue de 120 millones de euros: en cualquier caso, un esfuerzo que hoy, en pleno reino de la austeridad, resulta imposible de poner sobre la mesa.

El gerente del Consorcio, Francisco López, aseguró ayer desconocer la noticia aunque admitió que llevaba algunas semanas "escuchando rumores". Él y otro trabajador son los últimos supervivientes de un organismo que celebrará el próximo martes su consejo rector, en el que, con toda seguridad, se echará el cierre. Por otra parte, resulta significativo que las administraciones implicadas no han dejado de invertir sus respectivas partidas desde 2007 y que el mismo Gobierno destinó el año pasado 1,2 millones al Consorcio, mientras que el Ayuntamiento aportó 2,9 millones (la Consejería de Cultura no especificó su partida en sus presupuestos). Todas estas cantidades han sido derivadas al Consorcio pero no invertidas en actuaciones concretas, y corresponderá ahora al consejo decidir qué se hace con ellas.

Por su parte, el concejal de Cultura, Damián Caneda, consideró ayer "lógica" la decisión del Gobierno "dado que se estaba haciendo un gasto que no servía para nada", si bien apuntó la posibilidad de que el Consorcio vuelva a constituirse "cuando la situación económica no permita". Menuda noticia, en fin, para celebrar en Málaga el Día de la Música.