Guillermo Rayo se ríe del mundo con 'Adicciones'

Si de lo que se trata es de sorprender, Guillermo Rayo ha venido para quedarse. Compositor, actor y, sobre todo, showman su nombre remite a la escena andaluza de los 90 y, desde hace unos años, a la escena catódica nacional con programas como Caiga quien caiga o No disparen al pianista. Ha formado parte de grupos como Loscomotora y Rayo Los Truenos, convencido de la necesidad de renovar el panorama musical con propuestas que se salgan de lo común. Ahora se lanza en solitario con el mismo propósito, reírse del mundo con la música como excusa. Este fin de semana presentó su primer disco Adicciones en las dos Fnac de Málaga rodeado para la ocasión de Las Mestizas, dos cantantes malagueñas, en su misma onda de disfrute.

"Son 11 canciones que surgen de la necesidad de contar historias que no sean superfluas, de hacer reflexionar riendo a través de las letras", declara en la presentación de su trabajo. El resultado suena a rock, rumba, hip hop, folk y hasta corrido mejicano. Con la música grabada, a Rayo se le planteó un dilema, hoy en boca de muchos de sus compañeros de fatigas, "¿cómo vendo yo esta historia?".

Consciente de la saturación de productos musicales de fácil digestión, el joven jerezano optó por rodearse de quienes mejor podían entienden su aventura. Llamó a actores y músicos amigos y la propuesta convenció. "Con una industria en crisis absoluta, o busco este tipo de apoyos o no hay nada que hacer. Lo he hecho como señuelo comercial", afirma Rayo sin tapujos, para referirse a una nómina de voces colaboradoras que incluyen a los actores Miguel Angel Silvestre, Eva Hache, Paco León, Alex O'Dogherty, y José Luis García Pérez, así como a la cantante Bebe. Suyas son las rimas y coros de Adicciones, un título que su autor hace extensible a más de un enganche. "Está la adicción a la publicidad, necesitamos continuamente que nos vendan algo; o la adicción al amor", detalla.

La presentación en el mercado de Adicciones (disponible ya en las tiendas Fnac) se completa con otro argumento para la sonrisa, el vídeo clip Eñe. Un tributo con sorna a la identidad lingüística y en el que se rodea de cinco de sus fieles amigos para transformarse en auténticas cabareteras, gracias a la mano del experimentado maquillador Gregorio Ross, premiado en el pasado festival de cine de Málaga.

Reacio a las etiquetas, Guillermo Rayo reconoce que con trayectorias tan variopintas como la suya cuesta "encontrar caminos de entrada" a nuevos públicos. Y lanza una invitación más. "Yo propongo canciones que no tienen porque hablar de amor, son superficiales pero cargadas de contenido, aunque tampoco soy Punset", bromea.