Maldita Nerea llegó ayer al centro comercial Bahía Málaga para firmar discos de su nuevo álbum, Bailarina. Las tortugas llevaban esperando tres años para escuchar el lado más femenino de Jorge Ruiz.

-Desde que presentaron su primer single Bailarina, ¿creen que ha despertado el ritmo de mucha gente?

-Bueno, al menos las tortugas no se esperaban una canción con tanto sintetizador y con tanta rapidez pero al final el mensaje que lleva es que es nuestra. Lo importante es la forma pero también el contenido y sí que es cierto que ha traído a un público nuevo o un público que a lo mejor no sabía dónde estábamos y ahora está aquí con nosotros.

-¿Qué ha supuesto que esta canción haya sido la oficial de la Vuelta Ciclista 2017?

-Eso es un viejo sueño que tenía desde pequeño y a través de un amigo común pude conocer a los organizadores de la vuelta y presentar la canción. Desde 2015 voy a la vuelta a ver las etapas porque me gusta mucho el ciclismo y finalmente les pido presentar la canción personalmente, les gustó y entró en lista con otras canciones.

-¿Es la primera vez que Maldita Nerea presenta un tema a la Vuelta Ciclista?

-Sí, ha sido la primera vez. Antes se dieron una serie de circunstancias para que no se diera la ocasión.

-¿Por qué se llama el álbum Bailarina?

-Quería acentuar un poco más el mensaje que lleva el single. La bailarina es el lado femenino pero no solo de la mujer sino ese lado femenino humano. El cerebro tiene dos polaridades, la masculina y la femenina.

-¿Cómo es ese lado femenino?

-El lado femenino es la creatividad, los sentimientos, la pausa, la escucha. Esto no significa que el masculino no lo tenga pero en el femenino está más a flor de piel y para explicarlo mejor, los niños tienen ambos y lo utilizan en función a lo que necesitan. Cuando vamos haciéndonos adultos, el lado femenino, en mi opinión, va quedando en segundo plano y ese es uno de los grandes problemas de esta sociedad.

-¿Se ha basado en alguien o en alguna experiencia para el título de esta canción y de este álbum?

-Sí, el título fue porque estábamos esperando el nacimiento de nuestro tercer hijo, que es la primera niña. Se movía mucho en la barriga de su madre y cuando la vi pensé que si se movía es porque es una bailarina y de ahí nació la inspiración de lo que estaba buscando para expresarlo de una forma concreta. Bailarina también es el título del libro que sale a la venta en noviembre.

-Ya que sale el tema del libro, ¿qué es lo que narra esa publicación?

-Es donde puedo contar realmente qué es la bailarina porque en cuatro minutos no me da tiempo. Es a través de una chica joven que se ha desconectado de sí misma, de su lado femenino y en 24 horas le pasan varias cosas y consigue reencontrarse con su "bailarina". Es un relato corto actual y muy directo. A la hora de leer no es difícil, pero vamos, también es que es mi primer paso en el mundo de la escritura y estoy nervioso.

-¿Cómo ha sido ese impulso de escribir algo que no son canciones y que explique lo que es Bailarina?

-Esto ha sido sobre todo por el apoyo de la editorial que es la que confió en mí para hacer algo así. Esto no es el simple libro de 'venga, vamos a sacar un libro porque tienes acceso a los medios de comunicación', que eso se hace mucho. Pero en este caso, hemos ido más allá porque la historia nos ha llevado a un lugar que no nos esperábamos y sin más pretensiones quiero entretener pero con algo muy profundo y me he dejado llevar. Estoy feliz porque me ha gustado hacerlo, he estado cómodo y quiero repetir.

-¿Cuánto tiempo les ha llevado la producción de todo el trabajo?

-Lo que es la producción ha sido probablemente de las más rápidas. La canción de Bailarina se grabó en noviembre y hasta junio que se acabó la grabación completa. Siempre digo que las canciones al final se escriben en el momento que estés y en toda tu vida anterior porque para llegar a ello, has vivido todo eso o si no, no llegas ahí. Todo es un proceso autobiográfico, tanto el libro como el disco.

-¿Creen que tienen la misma esencia que antes o también pretenden buscar algo nuevo?

-Pretendemos crecer y para crecer tienes que cambiar algunas cosas, adaptarte a aquello que te pasa. Por ejemplo, el disco que sacamos en 2014 no tiene nada que ver con el de ahora. Tampoco tiene nada que ver con El secreto de las tortugas que fue uno de los fenómenos que se hicieron virales. Entonces hay que estar en constante renovación pero como cualquier ser, que si no se renueva, se muere.

-Algo nuevo que han sacado en vuestro álbum es el single Cuando todas las historias se acaban con Leire Martínez. ¿Cómo ha sido la experiencia de cantar con ella?

-Cuando terminé de escribir esta canción, pensé que podía ser perfecta para ella. Nunca habíamos trabajado juntos pero la conozco bien y sé que por su energía el single era para ella. No se lo hubiera planteado a nadie más, tenía que ser Leire. No se escribió pensando en la cantante pero sí que le da un color que yo no puedo darle. Estoy satisfecho y muy agradecido por ello.

-¿Cómo ve ahora mismo la industria de la música y el género pop en España?

-La industria está adaptándose cada vez mejor a la nueva realidad del mercado y ahora está viviendo una segunda juventud como pasó con el CD o con el vinilo en su momento. Nunca ha habido tanto consumo de música en la historia, así que mal no nos puede ir. Otra cosa es que no nos hayamos adaptado. Creo que todo el mundo sabe de qué va esto y ahora hay muchas oportunidades pero también hay tanto producto que tienes que ser capaz de distinguirte. Es como una selección natural y eso, para mí, es bueno. En cuanto a la música pop, es casi un atrevimiento hacer este género. Si te metes en la lista de Spotify de canciones más escuchadas en España, te das cuenta que de pop hay muy pocas y eso lo veo como una oportunidad porque no nos vamos a esa moda de hacer reguetón o ritmos más partidos, que no lo juzgo pero no es mi historia y prefiero seguir con lo que soy y captar la atención de quien me quiera escuchar.