Hanif Kureishi cuestiona la locura en 'Algo que contarte'

El escritor británico de origen pakistaní presentó ayer en Barcelona su obra más ambiciosa, según la crítica

El escritor ayer en Barcelona durante la presentación de su nuevo libro.
El escritor ayer en Barcelona durante la presentación de su nuevo libro.
Redacción / Barcelona

20 de marzo 2009 - 05:00

El escritor británico de origen pakistaní Hanif Kureishi presentó ayer en Barcelona su polifónica novela Algo que contarte, considerada por la crítica como su obra más ambiciosa, y ha aseverado, socrático, que hacerse mayor "es darse cuenta de lo poco que sabes y entiendes".

Nacido en 1954 y conocido por los guiones de filmes como Mi hermosa lavandería o por las novelas El buda de los suburbios e Intimidad, protagoniza en su nuevo título a un psicoanalista y escritor de mediana edad, hijo de madre inglesa y padre pakistaní, separado de una mujer depresiva, que está a punto de vivir un acontecimiento imprevisto que alterará su vida.

"Cuando termino una obra me pregunto si he aprendido alguna cosa nueva y veo que ahora sé escribir libros, pero también veo que cada vez sé menos. En eso radica la sabiduría, eso es hacerse mayor: ver que sabes poquísimo y que entiendes menos" expresó Kureishi. En esta novela tiene su importancia el psicoanálisis y Kureishi ha querido ahondar en ello, aseverando que el gran tema de la época actual "no es tanto la locura, sino qué es ser normal".

A su juicio, un concepto como normalidad "es algo que coacciona, porque se utiliza para estigmatizar a los que no lo son y eso que todos, de una manera u otra, sufrimos algún transtorno, desde una depresión, un desorden sexual, una fobia o una paranoia, empezando por mí mismo".

El autor londinense ofrece, por otra parte, una mirada cómica a algunos aspectos de la vida de cada día, de la que dice absorberlo todo. En Algo que contarte crea varias escenas picantes en burdeles de Londres. Preguntado sobre cómo se había documentado, ironizó y explicó que habló con su mujer sobre la necesidad de realizar una investigación de campo. "Pero resulta que siempre me levanto muy pronto, con mi hijo, y estos locales inician sus actividades muy tarde. Así que, al final opté por inventarlo todo, hablar con algunos amigos y consultar Internet".

Sobre la construcción de personajes, el escritor indicó que ellos siempre "llevan una vida mucho más interesante que la mía", pero ha advertido que todo lo toma de la realidad. "Así que -dijo refiriéndose a los periodistas- si no queréis aparecer en una de mis novelas manteneos alejados de mí". Asimismo, reconoció que hay retazos de su biografía en este relato, como el viaje que hace a Pakistán el protagonista y que éste escribe textos pornográficos, "lo que yo también hice durante un tiempo, en los años setenta", añadió.

Respecto a la posibilidad de levantar ampollas entre su familia y conocidos sobre alguna de las historias que cuenta, sostiene Kureishi que escribir "es siempre peligroso, porque es un oficio que molesta y causa disturbios" y ha agregado que "con esta novela espero, igual que con otras, haber molestado e irritado a alguien, si no habré fracasado".

Enamorado de la cultura y la literatura porque "nos permiten estar en contacto con los aspectos más recónditos y oscuros de nuestro ser y enfrentarnos a ellos", tampoco rehuyó tratar sobre el fanatismo islámico, otra de las cuestiones presentes en su narrativa. "Hay que detenerse en la lucha que existe entre la conservación de la idea de democracia, proveniente de Occidente, con el poder de las mezquitas. Algo fascinante", apostilló.

Por otra parte, Hanif Kureishi dijo envidiar a los periodistas por poder practicar el "estilo más puro, más perfecto, aunque seguro que los periodistas envidian a los escritores por la libertad que nosotros tenemos de decir lo que queremos".

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