Historia de un personaje único en 'Autopista al fondo de la noche'

Si Pedrito de Campanet hubiese asistido a la entrevista en el hotel NH, en 30 segundos dejaría de estar sentado en su sofá para conocer a la chica de recepción, habría salido a fumar un cigarro y tocar una canción a alguien que pasaba. Hubiera vuelto a los cinco minutos y dos más tarde otra vez andaría danzando por las calles de Málaga.

Esta hiperactividad es uno de los rasgos del personaje protagonista del documental Autopista al fondo de la noche, que el director Miguel Ángel Raió presentó ayer en el Cine Echegaray. "Pero este hombre es mucho más. Es un chaval del extrarradio de la sociedad que cada día coge su guitarra y va a tocar a cualquier sitio: en un bar, la calle, en un coche, un colegio...", explica Raió. Un personaje que coincidiría con la etiqueta de tonto del pueblo, "porque mucha gente lo odia o no quiere ni verlo". "Pero en el documental lo que hacemos es borrar esas etiquetas. Hoy se tiende a simplificar todo y eso hace que la gente se equivoque. Hay que darse cuenta de que detrás de personas como esta hay historias durísimas", añade el director.

En la de Pedrito hay una familia desestructurada, problemas de autoestima, aspectos mentales... "pero él es más inteligente que muchos de nosotros", subraya Raió, que en la película retrata el mundo del personaje acompañándolo durante 48 horas en una suerte de road movie. "Al principio parece chistoso, pero luego se hace más dura", adelanta el director, que destaca cómo la familia de Pedrito, en un pase privado, comprendió su situación y encajó mejor sus características personales. "Es lo mejor que ha pasado. Es increíble saber que el documental ha podido cambiar esa realidad", concluye Raió.